Como vehículos de inversión, los fondos cotizados en bolsa o ETFs tienen varias características beneficiosas. Pero algunas se han sobrevalorado y se han hecho más significativas de lo que son. Otras se han infravalorado. En ambos casos, hay alguna caracterización errónea de los beneficios, falta de contexto, o alguna combinación de ambos. Examinaré esos beneficios, uno por uno.
La liquidez frente a la flexibilidad
Sobrevalorado: La liquidez de los ETFs - la capacidad de negociarlos en bolsa como las acciones, durante las horas normales del mercado. Creo que la liquidez está sobrevalorada por dos razones. Primero, creo que este marco es demasiado estrecho. Segundo, creo que la liquidez intradía podría tentar a los inversores a operar más a menudo.
Infravalorado: la flexibilidad de los ETFs. Los inversores pueden ponerse largos, venderlos a corto, comprarlas con margen, comprar y vender opciones sobre ellas, prestarlas a otros para cobrar una comisión, etc. Esta versatilidad puede atraer a una base de inversores muy grande y diversa que utiliza estos fondos de maneras significativamente diferentes. La diversidad de la base de inversores de los ETFs y sus casos de uso es la base de una saludable liquidez en el ETF, que beneficia a todos los inversores del fondo.
La transparencia frente a la previsibilidad
Sobrevalorado: la transparencia de los ETFs - la capacidad de ver (en la mayoría de los casos) lo que está dentro de sus carteras diariamente.
Infravalorado: la relativa previsibilidad (un concepto atribuido al fundador del Grupo Vanguard, Jack Bogle) de las exposiciones basadas en índices frente a las estrategias activas tradicionales, en particular la eliminación de los riesgos idiosincrásicos como el riesgo de gestor. Si bien algunos inversores podrían estar preocupado por el contenido de la cartera de un ETF lo suficiente como para examinarlo a diario, creo que la mayoría se siente atraída por la estabilidad que proporcionan las normas que dictan la selección y la ponderación de los componentes de sus carteras. Esto se plasma en las metodologías de sus índices. Con los fondos indexados, no hay necesidad de preocuparse por si los gestores pueden abandonar la gestora o perder su toque.
Los costes frente a los fondos indexados
Sobrevalorado: las ventajas de coste de los ETFs, sobre todo respecto a los fondos indexados que pueden cobrar comisiones similares.
Infravalorado: las ventajas de los fondos indexados en comparación con los ETFs. Incluso si los costes de los fondos indexados son a menudo más caros que los ETFs, tienen otras ventajas (además de la fiscal ya que el inversor puede traspasar sus participaciones de un fondo a otro sin tributar a Hacienda) de costes que muchos inversores desconocen. No hay diferenciales de oferta y demanda, ni tarifas de corretaje. Estos costos pueden sumar cantidades sustanciales a lo largo del tiempo, especialmente para los inversores que ahorran regularmente.
La replicación física frente a la sintética
Sobrevalorado: la replicación física. A menudo se escucha el consejo de que los inversores solo deberían comprar ETF de replicación física. Son ETFs que solo invierten en los componentes del índice subyacente. Los ETFs de replicación sintética lo hacen vía swaps. Se cita como argumento que los ETFs de replicación sintética asumen un alto riesgo de contraparte, pero los ETFs de replicación física que realizan préstamos de valores también asumen un riesgo de contraparte.
Infravalorado: la replicación sintética. Los ETFs de replicación sintética no son ETFs de segunda clase. Están regulados por las mismas directrices que sus homólogos de replicación física. La composición de las cestas en las que invierten se comunica de manera transparente y rápida por parte de los proveedores. Además, los ETF de replicación sintética tienen ventajas significativas en algunos mercados difíciles de replicar de forma física.