El potencial del Magallanes Iberian Equity se deriva de un proceso de inversión minucioso y ejecutado por su gestor, altamente experimentado. Las clases de acciones más baratas del fondo obtienen un Morningstar Analyst Rating de Gold, mientras que otras clases consiguen una calificación de Silver.
Iván Martín, el patrón de la estrategia, tiene un largo y exitoso historial en el espacio de la Renta Variable Ibérica, construido a lo largo de dos décadas de experiencia en la gestión de fondos en Sabadell, Aviva y Santander. Martín cofundó Magallanes Value Investors en diciembre de 2014 y es propietario de una importante participación en la compañía.
Cuenta con el apoyo de Diego Pimentel, que se incorporó desde el Santander poco después de la creación de la firma y aporta una valiosa experiencia. El gestor también es responsable de las estrategias de renta variable europea de la firma. Su carga de trabajo no es la ideal, pero su profunda experiencia en este mercado y la adhesión a un proceso bien definido mitigan nuestras preocupaciones.
La adición de un tercer analista en 2020 da algo de respiro a este equipo tan unido. Todos los miembros del equipo coinvierten junto con los inversores en los fondos que gestionan. El proceso de la estrategia es distintivo y repetible. El equipo aplica una filosofía de inversión value enfocada al largo plazo. Una vez que identifican una idea, realizan un exhaustivo análisis fundamental de la empresa para estimar su valor intrínseco.
La independencia del análisis es un principio básico del proceso, con la selección de acciones individuales como el principal impulsor de la rentabilidad del fondo. El gestor invierte cuando cree que hay un margen de seguridad adecuado y no teme mantener participaciones considerables en efectivo, para proteger el capital, cuando las oportunidades se agotan.
Martín busca empresas financieramente sólidas, bien gestionadas y con un alto flujo de caja libre, que sean menospreciadas por el mercado, y suele evitar las empresas complejas, apalancadas y costosas.
La cartera está concentrada en unos 25 a 30 acciones y muestra pocos puntos en común en relación con el índice y sus competidores. Típicamente tiene importantes participaciones en el espacio de pequeña y mediana capitalización, ya que representan un abundante terreno de caza para el equipo. En consecuencia, la estrategia tiene un estricto límite de capacidad de unos 500 millones de euros en activos bajo gestión.
Las habilidades de selección del gestor han sido el motor del éxito de la estrategia hasta ahora: Magallanes Iberian Equity está entre los fondos de mejor rendimiento dentro de su categoría desde su lanzamiento y durante los últimos cinco años (hasta finales de abril de 2020). Creemos que es una opción convincente para los inversores que buscan una exposición en todas las capitalizaciones en el mercado ibérico.