Los grandes bancos nacionales no sólo venden fondos de inversión a sus clientes, sino que también les proponen construir carteras de fondos en función de su perfil de riesgo. Esas carteras suelen utilizar (la reglamentación UCITS les obliga a ello) lo que llamamos clases limpias, es decir clases que no incluyen comisión de distribución y que, por lo tanto, son más baratas que las clases tradicionales. Se conocen también como “clases cartera”.
El negocio de las carteras discrecionales ha experimentado un empuje importante estos últimos años. Si nos centramos en las principales entidades, como Bankia, BBVA, Ibercaja, Caixabank, Kutxabank, Sabadell y Santander, (pero no son las únicas) el patrimonio total invertido en estas clases supera los 43.000 millones de euros.
Lo que pretendemos con esta nueve serie de artículos mensuales es analizar cómo evolucionan los flujos de fondos hacia esas clases cartera, sobre todo (centrándonos en las principales mencionadas más arriba) a nivel de tipos de activos.
Evidentemente los gráficos que figuran a continuación no muestran toda la realidad de las carteras discrecionales de las entidades analizadas ya que además de fondos propios, también invierten en fondos extranjeros.
Lo más llamativo de los flujos del mes de mayo, es la fuerte desinversión en fondos de renta variable (han salido unos 750 millones de euros) en beneficio de fondos de renta fija (han entrado algo más de 560 millones de euros).
Las otras 3 clases principales de activos (monetarios, mixtos y alternativos) registraron en mayo flujos mucho menos significativos: de +26,1 millones de euros, de -0,5 millones de euros y de -16,0 millones de euros respectivamente.