Nota: Este artículo no constituye una recomendación de compra o de venta de los productos mencionados. No soy asesor financiero. Las ideas mencionadas son ideas personales y no tienen por qué coincidir con la opinión de Morningstar.
Se está hablando mucho sobre el petróleo a raíz de que los futuros del mes de mayo del West Texas cayeron a precios negativos el pasado 20 de abril (lo nunca visto en su historia). Todos somos ya unos expertos en contango y estamos listos para aparecer en cualquier tertulia para hablar del tema. Pero, la pregunta es: ¿con la caída que está experimentando el crudo (tanto el West Texas como el Brent), ¿es buena opción ahora invertir en un ETF de petróleo?
Hace un par de semanas, en este post, indicaba que “El precio del crudo ha sufrido un doble shock; por el lado de la demanda la crisis del coronavirus ha supuesto un brusco parón de la actividad económica y del consumo energético, y por el lado de la oferta la guerra que se están librando Arabia Saudí y Rusia ha provocado una caída voluntaria de los precios. A corto plazo es difícil saber lo que puede pasar, pero lo más probable es que a medio plazo estos shocks se resuelvan con una subida de los precios del crudo”.
Sigo pensando lo mismo. A medio plazo lo normal es que el precio del crudo no esté en los niveles tan deprimidos como los de hoy. Entre aquel post y hoy también han pasado cosas: Arabia Saudí y Rusia, con la intermediación de Estados Unidos, han intentado limar diferencias. Es lógico. A nadie interesa un petróleo tan barato. Pero hay que reconocer que el recorte propuesto por la OPEC no ha dado grandes resultados.
Ahora bien, a corto plazo, ¿qué puede pasar? No lo sé. La situación de contango sigue presente con el problema del almacenamiento. Sabemos que a medio plazo (en cuestión de pocos meses, o, incluso de pocas semanas) la situación mejorará y los precios se recuperarán. No vamos a estar indefinidamente en confinamiento.
Pero comprar en estos momentos un ETF de petróleo se asemeja más a lanzar una moneda al aire. Puede salir bien o puede salir mal. Mejor estar quietos de momento. Si no puede estar quieto y está convencido de que los precios del crudo van a subir a corto plazo (insisto sobre lo del corto plazo), entonces más tranquilo que un ETF sobre el crudo sería una posición en un fondo o un ETF de acciones energéticas.
La volatilidad de un ETF del sector energético es bastante más baja que la de un ETF sobre el crudo (en el gráfico adjunto he tomado como referencia el Energy Select Sector frente al United States Oil… ambos son ETFs americanos, pero me valen para lo que quiero mostar). Tampoco había que hacer este estudio para darse cuenta de ello, pero es bueno recordarlo.
Además de tener menos volatilidad, los ETFs del sector energético tienen más resiliencia a la baja que los ETFs sobre el crudo. Dicho de otra forma, en periodos de caídas del precio del crudo, suelen caer menos. Y eso es importante a la hora de gestionar una cartera.
Algunos ejemplos
Periodo 2008-2009
Periodo 2014-2015
Y aquí una tabla de rentabilidades anuales en USD (la primera columna es la caída en el primer trimestre)
¿Pero es el momento de un fondo energético?
La cuestión principal es si es el momento de comprar un fondo energético, trabajando con la hipótesis de que los precios del crudo se recuperarán a medio plazo. A mi me parece un poco pronto. No sé si volveremos a rebajar los mínimos del mes de marzo, pero, por lo que he comentado en otros posts, me parece que los precios no han valorado en su justo medida la recesión económica (porque ya pocos dudan de que vamos a sufrir una recesión) que nos espera.