Los fondos de ciclo de vida o de fecha objetivo (target-date funds en inglés) son una de las mejores innovaciones de la industria desde el punto de vista de la inversión. Consiguen implementar un proceso de inversión altamente sofisticado en un producto que es extremadamente fácil de usar para el inversor de a pie. Por esa razón, creo que estos fondos tienen mucho sentido para muchos inversores.
El objetivo de este artículo, sin embargo, no es persuadirle de que invierta en un fondo de ciclo de vida. Más bien, quiero resaltar lo que creo que son algunos de los aspectos más efectivos de estos productos, de hecho, parte de la razón de su éxito, y sugerir formas en los que gestionan sus propias carteras pueden adaptar esas técnicas a sus propias prácticas de inversión. Los fondos de las gestoras más grandes han sido desarrollados por equipos de distribución de activos con amplios recursos y una amplia experiencia en pronósticos de los mercados, asignación de activos y selección de gestores, y no hay razón para que no pueda beneficiarse de sus conocimientos incluso si no está invirtiendo directamente en estos productos.
Esta lista no es exhaustiva, pero creo que pone de relieve algunas de las lecciones más importantes y tangibles que los inversores pueden sacar de los fondos de ciclo de vida.
Lección 1: Invierta con sus objetivos en mente
Este punto puede parecer obvio, pero la realidad es que la mayoría de los inversores acumulan fondos de manera desordenada, sin tener un punto de vista más amplio sobre cómo deberían ser sus asignaciones. Puede que no tenga los recursos para realizar 10.000 simulaciones Monte Carlo con su cartera, pero como inversor individual, tiene una ventaja sobre los fondos de fecha objetivo. Mientras que estos deben crear carteras que potencialmente funcionarán para cientos de miles o millones de participantes, usted conoce su situación financiera y sus perspectivas futuras, su tolerancia al riesgo y los objetivos financieros específicos para los que necesita ahorrar.
Esto no significa que usted tenga que construir una cartera perfecta; hay tanto arte como ciencia para la distribución de activos. Pero si empieza por hacer las preguntas correctas sobre sus objetivos financieros, capacidad de riesgo, etc., obtendrá las grandes líneas de su cartera. Mirar las distribuciones de activos ofrecidas por una variedad de proveedores de fondos de ciclo de vida y luego adaptarlas a sus propios factores personales puede servir como una excelente guía.
Lección 2: Invierta en acciones y con frecuencia
Esto es un corolario de la lección No. 1. La mayoría de los gestores de fondos de ciclo de vida han llegado a la conclusión de que la mejor manera de ayudar a sus inversores a superar el reto de los ahorros para la jubilación es asignarlos en gran medida a las acciones cuando son jóvenes. Estos fondos mantienen de media el 90% de sus carteras en acciones sus versiones de más largo plazo (los destinados a inversores que acaban de empezar a trabajar), y algunos invierten hasta el 100%. Incluso los fondos destinados a aquellos inversores que les quedan 15 años para la jubilación tienden a inclinarse fuertemente hacia la renta variable: el promedio de la industria es del 72% en acciones. Esto tiene mucho sentido, ya que la renta variable ofrece perspectivas de rentabilidad a largo plazo significativamente más altas que los bonos, y aunque pueden sufrir fuertes detracciones, el horizonte a largo plazo de la mayoría de los inversores significa que deberían ser capaces de sobrellevar las caídas.
Los inversores particulares deberían adoptar una mentalidad similar. Una vez que tengo la idea de su de asignación de activos, trate de maximizar su exposición a la renta variable (dentro de las limitaciones de su tolerancia al riesgo, capacidad de riesgo, objetivos y necesidades, por supuesto). Esto es doblemente cierto si le quedan más de 20 años hasta la jubilación. Sin embargo, en ocasiones el camino puede ser accidentado, y los inversores que necesiten recurrir a sus ahorros a corto plazo deben tener en cuenta que hemos sido testigos de una racha alcista histórica para el mercado de valores en la última década, una racha que es poco probable que se repita.
Lección 3: Ajuste su cartera con el tiempo
Uno de los aspectos más ingeniosos de los fondos de fecha objetivo es que se encargan de muchas de las tareas laboriosas y técnicamente difíciles asociadas a la gestión de carteras. En particular, el reequilibrio y la rotación a medida que va pasando el tiempo. El reequilibrio es importante porque con el tiempo, a medida que a una clase de activos se comporta bien, otra lo hace mal, con lo que las asignaciones iniciales cambian. Por lo general, los fondos de ciclo de vida se reequilibran mensualmente, si no con más frecuencia, dependiendo tanto de las entradas de nuevos inversores como de las sofisticadas tecnologías para facilitar el proceso. Para los inversores que tienen muchos fondos, esto puede ser un ejercicio difícil, así que probablemente sea mejor limitar la revisión a una vez al año, y establecer umbrales relativamente generosos para restaurar las asignaciones a sus niveles objetivo (quizás cuando alcancen una desviación del 10% o más).
Los fondos de fecha objetivo también varían gradualmente la relación acciones/obligaciones en las carteras de manera que los inversores se muevan hacia la asignación apropiada para sus edades. Para los inversores particulares sería poco ventajoso (y probablemente una cierta desventaja) realizar un cambio tan pequeño sobre una base anual. Aún así, es importante reconocer que la asignación de activos apropiada de una persona diferirá de los 20 a los 50 años, de los 50 a los 70, y así sucesivamente, por lo que al menos cada pocos años debemos evaluar si el plan de asignación inicial todavía tiene sentido, o si es el momento de cambiar una parte de las acciones hacia los bonos.
Lección 4: Diversifique
Sí, la diversificación ha sido una buena recomendación estos últimos años. La mayoría de los inversores habrían preferido invertir todos sus activos en valores estadounidenses de gran capitalización. Pero los gestores de fondos de fechas objetivo no están dando marcha atrás en la diversificación, y usted tampoco debería hacerlo. De hecho, uno de los mayores argumentos a favor de estos fondos es su fácil acceso a múltiples clases de activos: desde bonos internacionales y acciones de mercados emergentes hasta materias primas, bonos de alto rendimiento y, a menudo, clases de activos más especializadas. El fondo promedio a la fecha objetivo de 2060 tiene alrededor del 30% de su capital en acciones no estadounidenses. Y aunque la diversificación a menudo puede resultar dolorosa a corto plazo, sus beneficios a largo plazo son evidentes tanto en la teoría como en la práctica.
Lección 5: Mantenga el rumbo
Este último punto se refiere a lo que puede ser el mayor beneficio de los fondos de fecha objetivo: su impacto positivo en el comportamiento de los inversores. La mejor manera de ver esto es a través de la brecha positiva entre la rentabilidad de los inversores y la rentabilidad de los fondos durante períodos de 10 años. La mayoría de las categorías de fondos presentan una brecha negativa, lo que refleja el mal momento en que los inversores compran y venden participaciones. Por el contrario, los fondos de ciclo de vida o de fecha objetivo producen, en promedio, una rentabilidad de los inversores más alta que la rentabilidad del fondo, en parte debido a que estos fondos son fáciles de utilizar para los inversores porque las oscilaciones de rendimiento son silenciadas, y la mayoría de los inversores compran con procesos de ahorro automatizados, lo que crea un seguimiento disciplinado de los ahorros.
Todos haríamos bien en modelar el comportamiento que los fondos de fecha objetivo han inculcado a los inversores. Establecer un plan de inversión diversificado y atenerse a él, hacer contribuciones regulares y prestar la menor atención posible al ruido de los mercados que nos rodean, es probable que sea una fórmula ganadora, ya sea que invirtamos directamente en un fondo de ciclo de vida o que adoptemos sus principios en nuestras propias carteras.