Acontecimientos como fuertes repuntes de la volatilidad en los mercados han puesto a la vista los posibles riesgos de liquidez intradía de los ETFs, a menudo presentada como un punto positivo de estos productos negociados en bolsa. A lo largo de estos períodos, ha habido varios casos en los que los creadores de mercado de acciones de ETFs han desaparecido. Ahora, más que nunca, es crucial que los inversores comprendan las fuentes de liquidez de los ETFs, cómo medirla y cómo gestionar las transacciones en entornos de mercado difíciles.
Fuentes de liquidez de los ETFs
Los ETFs tienen dos fuentes clave de liquidez: los mercados primarios y secundarios. El mercado primario es donde nacen los ETPFs. Dentro del mercado primario, los participantes autorizados pueden crear nuevas acciones de ETFs entregando efectivo o valores al proveedor de ETFs a cambio de nuevas acciones de ETFs. Los participantes autorizados pueden mantener estas acciones y, en última instancia, canjearlas por dinero en efectivo o valores, o pueden venderlas en el mercado secundario.
Para los inversores que buscan comprar un ETF, lo que más importa es la liquidez del mercado secundario.
Existen factores que se pueden evaluar fácilmente a la hora de medir la liquidez de un ETF en los mercados secundarios: activos bajo gestión (AUM), volumen negociado en bolsa, número de creadores de mercado y diferenciales entre oferta y demanda.
Primero, está el nivel de activos bajo gestión del ETF. Los ETFs más grandes, medidas por el patrimonio gestionado, tienden a ser más líquidos que los más pequeños.
El segundo factor a considerar es el volumen medio de operaciones del ETF en la bolsa correspondiente. Esta información se puede encontrar normalmente tanto en los sitios web del proveedor del producto como en los sitios web de la bolsa. El volumen se expresa a menudo como el número de acciones del producto que se negocian en la bolsa durante un período de tiempo específico. Para comparar el volumen entre productos, es importante tener en cuenta las diferencias en los precios de las acciones (es decir, un ETF con un precio de 800 euros que negocia 500.000 acciones al día es mucho más líquido que un ETF con un precio de 100 euros que negocia 1.000.000 de acciones al día, porque entra y sale más dinero del primer ETF). Por lo tanto, si se considera el volumen expresado en términos monetarios agregados, se obtendrá una medida más precisa de la liquidez.
A continuación, vale la pena examinar el número de creadores de mercado que existen para el ETF (algunos proveedores incluirán esta información en la ficha del producto, generalmente disponible en sus sitios web). Cuanto mayor sea el número de creadores de mercado, mayor será la probabilidad de que la oferta competitiva entre ellos sirva para reducir los diferenciales entre oferta y demanda.
Por último, están los precios de oferta y demanda. Éstos se encuentran normalmente en los sitios web del proveedor del ETF, la bolsa, o están disponibles a través de cotizaciones del broker. Con estos precios en mano y el precio de mercado actual, se puede calcular el diferencial entre oferta y demanda. El margen de oferta de compra se cotiza comúnmente como un porcentaje del precio de mercado del valor en cuestión. Por ejemplo, si el precio de oferta de las acciones de un ETF es de 99 euros, el precio de mercado es de 100 euros, y el precio de oferta es de 101 euros, entonces el diferencial de oferta y demanda es de 2 euros o 2%. Los diferenciales más estrechos reflejan compradores y vendedores más activos, y por lo tanto un producto más líquido. Todo lo demás siendo igual, unos diferenciales más bajos entre oferta y demanda equivalen a menores costes de transacción tanto para los compradores como para los vendedores.
Algunos participantes en el mercado secundario suelen negociar fuera de la bolsa o en el mercado extrabursátil (OTC). Las transacciones OTC están dominadas por compradores y vendedores institucionales que negocian en grandes cantidades. Estas transacciones son una fuente muy importante - y poco difundida - de liquidez en el mercado secundario, probablemente representando el 50% o más de todo el volumen de operaciones. Dado que actualmente los ETFs no están incluidos en los requisitos de información de Mifid, no es necesario informar sobre las transacciones OTC. Por lo tanto, las estadísticas oficiales de volumen en la bolsa tienden a subestimar la liquidez del mercado secundario.
Consejos prácticos para operar con ETFs
La primera táctica es obvia: invertir en las alternativas más líquidas disponibles. Los inversores pueden evaluar cuál de las alternativas es la más líquida analizando algunas de las medidas mencionadas anteriormente. A continuación, al considerar la negociación de acciones de un ETF menos líquido, o durante períodos de volatilidad extrema en los mercados, los inversores deben utilizar órdenes limitadas. El uso de órdenes limitadas permite a los inversores tomar el control de su precio de ejecución cuando negocian con productos menos líquidos con márgenes más amplios entre oferta y demanda. Una orden de compra limitada asegurará que las acciones se compren a un precio preestablecido o inferior, mientras que un límite de venta asegurará que las acciones se vendan a un precio deseado o mejor.
Finalmente, antes de invertir en un ETF que siga un índice extranjero, es importante comprobar primero el horario bursátil. El precio de los ETFs que siguen índices extranjeros va a ser más preciso durante el horario operativo regular de sus mercados nacionales, cuando todos los valores de sus componentes se compran y venden. Así que antes de poner una orden de compra para un ETF sobre el S&P 500 a primera hora de la mañana, piénselo dos veces. Puede que valga la pena esperar hasta que el mercado estadounidense se haya abierto para asegurar precios más precisos.