Apuesto a que serían cosas como ayudarle a alcanzar sus metas, tener las habilidades y conocimientos apropiados para el trabajo y que fuese buen comunicador o buena comunicadora. Al menos, esas fueron las características que obtuvieron la mayor puntuación en un estudio reciente realizado por nuestro equipo. Usted personalmente podría tener diferentes prioridades -no hay nada malo en ello- pero estas tres serían una buena suposición para un inversor medio.
El estudio también analizó dos preguntas más: ¿Entienden los asesores correctamente lo que buscan los inversores y cómo se alinean las percepciones de los asesores e inversores con los estudios de investigación sobre el valor del asesoramiento? En ambos casos, hay una desconexión bastante significativa. Veamos con más detalles los resultados del estudio (que pueden leer aquí).
Sobre el estudio
En este estudio, Sam Lamas, Ryan Murphy y Ray Sin encuestaron a inversores haciéndoles una pregunta simple: ¿Qué es lo que más valora al seleccionar un asesor financiero? Y, de manera similar, preguntaron a los asesores: ¿Qué cree usted que los inversores valoran más cuando trabajan con un asesor financiero? A cada grupo se le presentó una lista de 15 opciones a clasificar que cubrían los aspectos principales: desde el conocimiento y las habilidades hasta la maximización de los beneficios, la prestación de asesoramiento imparcial o el uso de tecnología actualizada. Los participantes clasificaron cada una de las opciones, del primero al decimoquinto lugar.
Desconexión 1: Inversores y Asesores
En muchas áreas, los inversores y los asesores estaban alineados: "Ayudarme a alcanzar mis metas financieras" fue el número 1 para los inversores y el número 2 para los asesores. Asimismo, "Comunica y explica bien los conceptos financieros" fue el número 3 para los inversores y el número 4 para los asesores.
Las diferencias, sin embargo, son intrigantes.
Los inversores que piensan "pueden ayudarme a maximizar mi rentabilidad" sitúan este aspecto cerca de la parte superior (cuarto), mientras que para los asesores, lo sitúan casi en la parte inferior (14 de 15).
Personalmente, lo veo como un verdadero problema. ¿Por qué? Porque significa que un subconjunto significativo de inversores puede estar esperando que sus asesores asuman niveles inadecuados de riesgo o que escojan acciones en un esfuerzo probablemente infructuoso por vencer al mercado. Es probable que estos inversores se sientan decepcionados por su asesor (en conjunto, no todos podemos vencer al mercado) o por lo que sucede cuando se experimenta la parte negativa del riesgo. Un enfoque más reflexivo es a menudo centrarse en las metas y en lo que se requiere para alcanzarlas.
Desconexión 2: Percepción contra investigación independiente
Hubo otra gran diferencia de la que vale la pena hablar. Los inversores calificaron "me ayudan a mantener el control de mis emociones" y "actúa como entrenador/mentor para mantenerme en el buen camino" en la parte inferior (15 y 13, respectivamente). Los asesores clasificaron esos dos puntos considerablemente más altos (7 y 11). Basado en una variedad de estudios de investigación independientes, los inversores están subestimando significativamente la importancia de estos factores.
Según un estudio de Vanguard y otras investigaciones, el servicio más importante que los asesores ofrecen a sus clientes es el coaching de comportamiento: ayudar a los clientes a gestionar los altibajos del mercado y sus vidas financieras, sin cambiar indebidamente su estrategia de inversión. Los asesores, y especialmente los inversores, no se están centrando en lo que más importa, y es probable que esto perjudique a los inversores a largo plazo.
¿Qué significa esto para los inversores?
Una lección de esta investigación es que los inversores no deben asumir que un asesor en particular sabe lo que es importante para ellos. Los inversores y asesores normalmente hablan de los objetivos del cliente, por supuesto, y de la estrategia de inversión.
Esta investigación también indica que probablemente todos estamos un poco demasiado confiados. Una serie de estudios de investigación ha demostrado que los inversores a veces tienen dificultades para mantener el rumbo. Personalmente, miro la famosa cita de Ben Graham como un recordatorio directo del desafío que se avecina: "El principal problema del inversor, e incluso su peor enemigo, es probable que sea él mismo". No importa cuánto tiempo estudie las inversiones y las finanzas del comportamiento, el riesgo de que yo sea mi peor enemigo como inversor no desaparece. Como inversores, no siempre necesitamos un coach (a veces nuestro coach potencial necesita tanta ayuda como nosotros). Sin embargo, creo que estamos mejor cuando reconocemos que nosotros también podríamos tener dificultades para manejar nuestras emociones y mantenernos en el camino correcto durante la volatilidad de los mercados.