Reglas financieras

En materia de inversión, la gente suele guiarse por algunas reglas preestablecidas, pero algunas veces conviene revisarlas.

Fernando Luque 18/01/2019
Facebook Twitter LinkedIn

La regla del 50-20-30

Por ejemplo, una regla básica a nivel de presupuesto familiar es la llamada regla del 50-20-30, que dice que el 50% de su ingreso debe ser asignado a sus necesidades, el 20% a sus objetivos a largo plazo y el 30% restante a lo que usted quiera. Sin embargo, algunas personas cambian los dos últimos porcentajes mientras que otras los rechazan en bloque. De hecho, los defensores del movimiento F.I.R.E. en Estados Unidos (“Financial Independence Retire Early” en inglés, es decir “Independencia Financiera, Jubilación Temprana) a menudo recomiendan ahorrar más del 70% de los ingresos para los objetivos a largo plazo.

Invertir en acciones 100% menos su edad

Esta es una regla que se utiliza a menudo en la distribución de activos. Significa que, si uno tiene 30 años, debe invertir el 70% de su cartera en renta variable y el resto en renta fija. Pero hay que recordar que cuando se creó esta regla, la gente no vivía tanto como ahora.

Para tener en cuenta el aumento de la esperanza de vida, algunos expertos sugieren una nueva regla de mantener en renta variable 120 menos la edad. Pero esta regla no tiene en cuenta otras fuentes de flujos de efectivo, como la pensión de la seguridad social o si uno tiene un plan de pensiones. Si usted dispone de alguna de estas otras fuentes de ingresos, puede tomar más riesgos. Por otra parte, incluso una persona relativamente joven no está necesariamente dispuesta a asumir muchos riesgos, por lo que el componente de renta variable debe estar vinculado al nivel de comodidad del inversor.

Christine Benz, Directora de Finanzas Personales de Morningstar, es fanática de la estrategia de segmentación para la asignación de activos de cara a la jubilación. El concepto de segmentación se basa en el principio de que los activos necesarios para financiar los gastos de subsistencia a corto plazo deben permanecer en inversiones muy líquidos, incluso con rentabilidades muy bajas, mientras que los activos que no serán necesarios durante varios años pueden mantenerse en un segmento de activos diversificados a largo plazo.

La regla del rescate del 4% durante la jubilación

En los años 90 se estimaba que una persona podía retirar hasta un 4% anual de su cartera sin temor a liquidar por completo el patrimonio. Esta regla se basaba en las rentabilidades históricas de los activos y de varios escenarios de jubilación. En aquel momento, esta regla parecía prudente en relación con los rendimientos históricos. Sin embargo, en términos de retiro, los 10 primeros años de rentabilidad de mercado tienen un impacto significativo en el resto del patrimonio.

En la actualidad es probable que los próximos diez años no sean tan prósperos como los que hemos vivido recientemente. Es igualmente probable que el rendimiento de los bonos sea menor, lo que sugiere que una retirada del 3% podría ser más prudente.

Mantener de 3 a 6 meses de gastos en un fondo de emergencia.

El fondo de emergencia es un aspecto absolutamente crucial de la planificación financiera, independientemente de la etapa de la vida o de la situación que uno está atravesando. En principio se suele decir que es conveniente tener una reserva de 6 meses de gastos.

Como todas las reglas básicas, esto podría ser un buen punto de partida, pero lo que uno realmente necesita depende totalmente de su situación personal. Para los inversores que tienen un empleo regular y estable, poca o ninguna deuda, puede que seis meses de gastos en efectivo en un fondo de emergencia sea demasiado. Si su situación laboral es menos estable, ese colchón puede ser demasiado pequeño.

Facebook Twitter LinkedIn

Sobre el Autor

Fernando Luque

Fernando Luque  es el Senior Financial Editor de www.morningstar.es

© Copyright 2024 Morningstar, Inc. Reservados todos los derechos.

Términos de uso        Política Privacidad        Cookie Settings        Aviso Legal