Apostar sobre las implicaciones de cualquier acontecimiento político importante no es fácil. El Parlamento británico votará próximamente sobre el plan de separación entre el Reino Unido y la Unión Europea, concluido por Theresa May, y podría dar lugar a un rechazo ("No Deal") que llevaría al país a un escenario negro.
La integración de este riesgo, llamado "Hard Brexit" o “Brexit duro”, en la valoración de las sociedades cotizadas en Europa es, por tanto, necesaria, y puede realizarse a través de un mecanismo de "stress test" de nuestros modelos financieros.
Hemos identificado una serie de empresas que sufrirían a largo plazo las consecuencias negativas de este escenario, especialmente en el sector de la automoción. Dicho esto, creemos que la mayoría de las implicaciones serán a corto plazo y no deberían afectar a nuestra evaluación a largo plazo de la mayoría de las compañías que estamos siguiendo.
Nuestro rating de incertidumbre ya incluye el impacto de un "Brexit duro" y creemos que tal escenario ofrecería una serie de oportunidades de inversión si se materializara.
Principales conclusiones
Sólo un "Brexit duro" llevaría a una revisión de nuestros supuestos a largo plazo para la mayoría de las empresas más dependientes de la economía británica.
Las empresas con una barrera competitiva ("Narrow Moat" o "Wide Moat") serán las menos afectadas por un Brexit duro.
El sector de la automoción nos parece el más expuesto, sobre todo si se produce una recesión en la economía británica. En el peor de los casos, las valoraciones de los fabricantes de automóviles caerían de media un 14%.
En el sector bancario, todos los bancos británicos que cubrimos nos parecen tener reservas suficientes para no tener que reforzar su base de capital, incluso en la prueba de estrés más prudente del Banco de Inglaterra. Preferimos los bancos que tienen una barrera competitiva.
El sector aeroespacial y de defensa podría verse afectado a corto plazo. Nos preocupa más el riesgo de un aislamiento que podría conducir a una pérdida de innovación y a una erosión a medio plazo de la ventaja competitiva de algunas compañías.
Nuestros valores preferidos