Jose Garcia-Zarate: JP Morgan ha anunciado planes para incluir a Arabia Saudí, Kuwait, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Bahrein -todos ellos miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG)- en sus principales índices de deuda de mercados emergentes a partir de enero de 2019. Esto cubrirá los bonos convencionales y los bonos sukuk o islámicos.
Históricamente, estos países no habían reunido los requisitos para ser incluidos en los índices de JP Morgan debido a sus altos niveles de ingresos per cápita, así como, con la excepción de Bahrein, a su deuda soberana altamente calificada. Sin embargo, la mayoría de los inversores estarían de acuerdo en que estos países comparten muchas características con las economías de mercado emergentes.
Para que sean elegibles para su inclusión, JP Morgan ha introducido como nuevo parámetro la relación de paridad de poder adquisitivo. Los países con una proporción inferior al 60% ahora calificarán como mercados emergentes, incluso si no cumplen con los otros criterios. Este nuevo criterio añade flexibilidad al proceso de selección, pero, por la misma razón, también dificulta que los países que ya se encuentran en el índice de los mercados emergentes puedan ser ascendidos a la categoría de mercados desarrollados.
La inclusión de los países del CCG se hará en etapas mensuales hasta septiembre de 2019, con una ponderación de hasta el 2% cada mes. Al final del proceso, se estima que el peso combinado de estos países se sitúe entre el 10 y el 12% del índice. Esto impulsará significativamente la representación de la región de Oriente Medio en el índice de referencia y también requerirá que el índice redistribuya la ponderación de otras regiones.
La mayor parte del dinero de los fondos pasivos y ETFs de bonos de mercados emergentes está vinculado a los índices de referencia de JP Morgan. Además, estos son los índices de referencia para la gran mayoría de los fondos activos en este segmento. Por lo tanto, debemos esperar una reconstitución completa de las carteras en 2019.
En general, la inclusión de los países del CCG es un hecho positivo. Durante la última década, estos países se han convertido en emisores muy activos en los mercados internacionales de deuda pública, a medida que tratan de diversificar sus economías para evitar una fuerte dependencia de los combustibles fósiles. De hecho, 2016 y 2017 fueron años récord para la emisión de bonos.
Esto hará que los índices JP Morgan sean más representativos del universo de los mercados emergentes; también aumentará su calidad crediticia general, ya que la mayoría de los nuevos participantes tienen calificaciones soberanas de A o superiores, y potencialmente disminuirá la volatilidad.