Coca-Cola y PepsiCo muestran unos de los niveles de dividendos más atractivos de la industria de bebidas, con una rentabilidad por dividendo superior al 3%. Ambas empresas tienen un historial bastante notable de retorno de efectivo a sus accionistas, como lo demuestra el aumento del dividendo en más de 40 años.
A largo plazo, esperamos que estas dos empresas aumenten sus dividendos un 7% anual. Esto se traduce en una tasa de distribución (payout) del 65% para Pepsi y del 75% para Coca-Cola. Además, a pesar de las importantes adquisiciones realizadas en agosto por las dos compañías, con Pepsi comprando Sodastream y Coca-Cola enfocándose en Costa Rica, creemos que sus políticas de dividendos se mantendrán y seguimos considerando sus políticas de asignación de capital como prudentes.
Creemos que Pepsi y Coca-Cola tienen una alta ventaja competitiva ("Wide Moat"), gracias a la calidad de sus activos intangibles (notoriedad de marca) y una ventaja de costes sobre sus competidores, lo que debería resultar en altos niveles de rentabilidad sobre el capital.
El valor de las marcas de Pepsi en bebidas y en la categoría de "snacks" alcanzó los 22.000 millones de dólares, lo que ha garantizado unas relaciones muy sólidas con los distribuidores, que seleccionan sólo las marcas más fuertes.
Coca-Cola también tiene una marca de alto valor y una red de distribución inigualable.
Además de una atractiva rentabilidad por dividendo, consideramos que las acciones de ambas compañías están ligeramente infravaloradas, lo que podría representar un atractivo punto de entrada para los inversores. La acción de Coca-Cola cotiza un 6% por debajo de nuestra estimación de valor razonable, mientras que Pepsi tiene un descuento de valoración del 7%.