Apple (AAPL) se convirtió hace unos días en la primera empresa del mundo con una capitalización bursátil superior al billón de dólares americanos. Pero este hito no ha sido una anomalía: desde la crisis financiera del 2008, el 1% de las empresas más importantes de Estados Unidos han superado a sus rivales, con la mayoría de estas ganancias realizadas en los últimos cinco años.
Un inversor que en agosto de 2013 clasificara a todas las empresas que cotizan en la bolsa americana por su capitalización de mercado de mayor a menor, eligiera el 1% más alto, invirtiera por igual en cada una de esas 67 acciones y luego las mantuviera en cartera hasta 2018, habría ganado un 13% anualizado en los cinco años siguientes. En comparación, alguien que empleara esa misma táctica para el 99% restante no habría ganado ni un centavo. Desde 1926, la mitad de todas las acciones estadounidenses cotizadas han registrado rendimientos negativos.
Lo inesperado es a que las empresas más grandes les fue tan bien. Sólo cuatro de esos 67 valores perdieron dinero durante esos cinco años.
El argumento convencional es que la demanda de los inversores, en particular de acciones tecnológicas como Apple, Amazon (AMZN) y Facebook (FB), ha hecho que las valoraciones suban y ha obligado a los fondos indexados a asignar más dinero a las empresas más grandes.
La influencia de los fondos indexados sobre las cotizaciones bursátiles es exagerada, ya que son la parte visible del iceberg de la inversión. Sus flujos son objeto de un seguimiento mucho más estrecho que el de los demás vehículos de inversión, como los fondos de pensiones o los fondos soberanos. No hay argumento relacionado con los fondos pasivos que pueda explicar por qué el 1% de las compañías más grandes - menos de 70 compañías – ha batido al resto de las firmas que componen el S&P 500.
El crecimiento de los beneficios es el principal impulsor
Para ese 1% de compañías más grandes, la correlación entre la evolución bursátil y el crecimiento de los beneficios, tomando en cuenta los últimos cinco años, fue de 0,41. Es decir, las empresas que aumentaron sus beneficios más rápidamente tendieron a registrar las mayores ganancias bursátiles, por ejemplo, Facebook y Amazon. Las cotizaciones bursátiles de las mayores empresas del mercado han estado más ligadas al crecimiento de sus beneficios que el del resto del mercado.
En resumen, en los últimos años el mercado de valores se ha vuelto escalonado: las compañías más grandes han sido mejores inversiones que el resto del mercado. En términos generales, la evolución bursátil ha sido proporcional a los logros económicos de las empresas. Las empresas que hicieron crecer sus beneficios más rápidamente han tenido las ganancias bursátiles más altas; las que colocaron en el medio típicamente terminaron en el medio; y las que mostraron unos fundamentales planos a negativos decepcionaron.