Roboadvisors: un juego para grandes empresas

En Estados Unidos, las pequeñas empresas especializadas en consultoría digital luchan por gestionar el negocio de forma rentable

Francesco Lavecchia 01/08/2018
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La aplicación de tecnología y algoritmos matemáticos al proceso de selección de inversiones ha revolucionado la forma en que se realiza el asesoramiento financiero, pero no las relaciones de poder dentro de la industria. En Estados Unidos, los altos costes operativos, los costes de captación de nuevos clientes y la baja rentabilidad de los activos gestionados han resultado ser obstáculos muy difíciles de superar para las pequeñas empresas especializadas en el asesoramiento robotizado, lo que ha creado un proceso de selección natural dentro de la industria que ha premiado a grandes grupos financieros, capaces de canibalizar el mercado ampliando su oferta a la consultoría digital. Muchos actores también han fracasado, otros han sido objeto de fusiones y adquisiciones, mientras que muy pocos han sido capaces de gestionar el negocio de manera rentable.

Análisis del sector

Los roboadvisors se encuentran a medio camino entre los brokers y los gestores de patrimonio, pero a diferencia de los gestores de patrimonios, no han sido capaces de desarrollar un modelo de negocio que les permita protegerse de la competencia, lo que llamamos “Economic Moat” en Morningstar. Los operadores que ofrecen servicios de negociación a bajo coste tienen la ventaja de contar con economías de escala muy elevadas, mientras que los que se dedican a la gestión de activos, con una oferta de productos y servicios mucho más rica y variada, pueden ejercer un mayor poder de negociación con los clientes y, por lo tanto, obtener altos márgenes de beneficio.

Los roboadvisors, por su parte, ofrecen servicios indiferenciados a bajo coste y para ello necesitan obtener una base de usuarios muy importante para conseguir economías de escala lo suficientemente altas como para rentabilizar su negocio. Este resultado es difícil de lograr debido a las enormes inversiones de marketing necesarias para conquistar una cuota de mercado que puede alcanzar el punto de equilibrio del negocio. Muchas empresas han gastado decenas -a veces cientos- de millones de dólares para lograr suficientes economías de escala, pero luego han tenido que esperar años para recuperar la inversión realizada.

¿Qué future para los roboadvisors?

En Estados Unidos, según los analistas de Morningstar, las empresas especializadas en el asesoramiento automatizado tienen ante sí tres posibles alternativas:

Primero, seguir financiando las ampliaciones de capital, por ejemplo a través de fondos de capital riesgo, a fin de obtener los recursos necesarios para apoyar las actividades de comercialización. Se trata de un proceso largo, costoso y también muy arriesgado, que a menudo desemboca en el fracaso empresarial.

Segundo, asociarse con grupos financieros establecidos para obtener una base de clientes sólida y de bajo coste. Las desventajas de esta solución son la pérdida de contacto directo con los usuarios y la obligación de compartir los ingresos con los socios comerciales.

Tercero, adoptar estrategias para rentabilizar la gestión de la actividad como aumentar el valor medio de los activos para cada cliente o ampliar la oferta de servicios para elevar la rentabilidad media del usuario individual. En el primer caso, las empresas deben promover actividades de marketing que logren atraer a inversores de alto perfil. De esta forma, a medida que los activos gestionados crecen, se reduce el punto de equilibrio en el que la empresa comienza a ser rentable. En el segundo, el objetivo es proporcionar un asesoramiento financiero más sofisticado a aquellos que estén dispuestos a pagarles ofreciendo otros productos y servicios relacionados con la gestión de carteras.

La sentencia del mercado

El final del sueño de los asesores robot de derribar las relaciones de poder dentro del sector de la consultoría financiera a su favor puede resumirse en dos cifras: la primera se refiere a la evolución de los activos de las empresas activas en el sector (Figura 1). De 2014 a 2017, en Estados Unidos, la captación de capital por parte de grandes grupos financieros como Vanguard, que con el paso del tiempo ha ampliado su oferta a este tipo de servicios, ha crecido de forma exponencial y ya es más de 10 veces mayor que la de los pioneros de la industria del asesoramiento robotizado como Wealthfront o Personal Capital. El segundo se refiere a la evolución de la confianza del mercado en los últimos tres años. Las valoraciones de las empresas de robotadvisors cayeron alrededor de un 30%, como muestran los datos proporcionados por PitchBook sobre inversiones de capital privado en Wealthfront. El grupo estaba valorado en 500 millones de dólares en enero de 2018, en comparación con los 700 millones de dólares en octubre de 2014.

 

Figura 1 lowcost

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Sobre el Autor

Francesco Lavecchia

Francesco Lavecchia  è Research Editor di Morningstar in Italia

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