Muna Abu-Habsa: Los inversores en renta variable europea se han visto muy afectados a principios de 2018, con el índice de mercado global bajando un 1% en lo que va de año. Hemos asistido a un aumento de la volatilidad en las bolsas en febrero, que se vio agravado por la inflación y las preocupaciones sobre los tipos de interés, y seguido por las incertidumbres sobre el comercio mundial en marzo. Lo más destacado en el frente político fueron las elecciones italianas, pero eso no fue concluyente y en realidad no tuvo mucho impacto en el mercado.
A nivel sectorial, los sectores sustitutivos de los bonos lideraron el descenso como consecuencia del aumento de los tipos de interés y del rendimiento de los bonos en Estados Unidos, por lo que los productos básicos, y en particular el tabaco, ha sido el sector con peores resultados. Las farmacéuticas, las telecomunicaciones e incluso las financieras todas han caído.
A la cabeza del ranking están las compañías energéticas, los servicios públicos y la tecnología, pero también dentro del sector de consumo discrecional, las automovilísticas lo han hecho francamente bien.
Entonces, ¿qué están haciendo los gestores de renta variable europea? Pues bien, en promedio han estado reduciendo su exposición a acciones populares y orientadas hacia el crecimiento y han estado tratando de aprovechar las acciones mal valoradas con la mejora de los fundamentales dentro de la energía, los servicios públicos y las telecomunicaciones.
De hecho, la media de los fondos europeos de gran capitalización tiene una mayor ponderación en estos sectores que hace 18 meses. En el extremo de esa posición se encuentra Oliver Kelton, gestor del Odey European Focus con calificación de Bronze, donde la mitad de su cartera está invertida en telecomunicaciones y servicios públicos, y cerca del 30% en efectivo y activos líquidos.