A medida que la inversión sostenible va ganando adeptos, aumenta la gama de fondos cotizados (ETF) que invierten con criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés).
En 2017 se lanzaron un total de quince ETF sostenibles en Europa, lo que eleva el número de instrumentos disponibles para los inversores interesados en la inversión ESG hasta 49 frente a los 37 que había en 2016 (también se liquidaron tres fondos el año pasado). Por clase de activo, once de los quince nuevos lanzamientos fueron ETF de renta variable y cuatro, de renta fija.
Igualdad de género
En un año en el que las cuestiones de género coparon los titulares, asistimos al lanzamiento del primer fondo pasivo en Europa que se centra exclusivamente en ese tema: el Lyxor Global Gender Equality (DR) ETF, al que siguió rápidamente el UBS Global Gender Equality ETF que, además, es más barato.
Curiosamente, ambos fondos replican índices similares desarrollados por Solactive en colaboración con Equileap, una empresa social que se especializa en la igualdad de género. Mientras que el fondo de Lyxor replica la variante global más amplia del índice, que incluye a las 150 empresas de todo el mundo con mejores resultados en igualdad de género, el ETF de UBS replica la variante líderes, que se centra en el top 100. Además de cobrar una comisión muy competitiva (0,20%), UBS mejora aún más la propuesta al dedicar un 5% de las comisiones de gestión a proyectos de filantropía que respalden los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.
UBS, líder
UBS se mostró particularmente activa en 2017 con cinco nuevos lanzamientos que la convierten en la gestora con la gama de ETF sostenibles más completa de Europa. La nueva hornada de ETF incluye el UBS (CH) MSCI Switzerland IMI Socially Responsible, el primer fondo cotizado que ofrece exposición a acciones de empresas suizas socialmente responsables y el octavo ETF de UBS que sigue la metodología de inversión socialmente responsable (ISR) de MSCI. Esta popular estrategia de sostenibilidad excluye primero los valores que no cumplen con ciertos requisitos y después selecciona del universo restante las acciones del primer cuartil en términos de ESG.
El UBS MSCI ACWI ESG Universal (cubierto a USD) fue el primer ETF en Europa en seguir la metodología MSCI ESG Universal, que se centra en infraponderar empresas, en vez de excluirlas. Para ponderar las posiciones, el índice emplea una combinación de capitalización de mercado y calificación ESG que da como resultado una exposición ESG menos estricta que la de los índices MSCI SRI que replican actualmente la mayoría de los ETF sostenibles de UBS.
Un año tranquilo para iShares
2017 fue un año sorprendentemente tranquilo para iShares en cuanto al desarrollo de productos sostenibles, ya que solo lanzó una versión de distribución de un ETF de ISR global ya existente y la versión no cubierta de un fondo japonés. No obstante, se espera que el proveedor líder de ETF lance más productos innovadores en los próximos meses. Según consta, el iShares Thomson Reuters Inclusion and Diversity ETF recibió la autorización del banco central de Irlanda a finales del pasado mes de octubre.
IndexIQ ha sido la primera en combinar criterios ESG con exposición multifactor. IndexIQ, la marca de ETF de Candriam, gestora especializada en inversión ESG, lideró el camino el año pasado con tres fondos cotizados multifactor centrados en renta variable japonesa, europea y de la eurozona. En estos fondos, las posiciones filtradas por criterios de sostenibilidad se ponderan por valor, calidad y volatilidad.
Como parte de su anticipada incursión en el mercado europeo de ETF, el gigante estadounidense Franklin Templeton lanzó el Franklin LibertyQ Global Equity SRI ETF, que también ofrece exposición multifactor a renta variable global sostenible.
Sostenibles de renta fija
Teniendo en cuenta que, hasta 2017, solo se habían lanzado dos ETF sostenibles de renta fija, los cuatro nuevos lanzamientos del año pasado suponen un fuerte aumento.
Dos de estos nuevos fondos, pertenecientes a la gama de IndexIQ (Candriam), han sido los primeros ETF de renta fija ESG de beta estratégica en Europa. En estos fondos, que invierten respectivamente en deuda soberana y corporativa denominada en euros, los componentes se seleccionan conforme a los criterios ESG internos de IndexIQ y después se ponderan con arreglo a indicadores macroeconómicos así como a parámetros de valor, calidad y volatilidad.
Lyxor causó sensación en febrero de 2017 con el lanzamiento del Lyxor Green Bond ETF, el primer fondo de su clase en el mundo que invierte exclusivamente en bonos que respaldan proyectos verdes, más concretamente proyectos centrados en la mitigación del cambio climático y en la adaptación al cambio climático. Países como Francia, Alemania y los Países Bajos no han tardado en adoptar el concepto de finanzas ecológicas y, en conjunto, representan más de la mitad de los activos gestionados, mientras que otras grandes economías como Estados Unidos, Japón o el Reino Unido tienen una representación menor.
Por último, UBS reforzó su gama de renta fija con el UBS (LU) Bloomberg Barclays MSCI Euro Area Liquid Corporates Sustainable UCITS ETF (EUR). La exposición a deuda corporativa denominada en euros viene a complementar el ETF existente de deuda corporativa en dólares. A la hora de seleccionar sus bonos, UBS utiliza el marco de referencia ESG de MSCI.
Buenas calificaciones
Solo uno de los ETF sostenibles lanzados el año pasado que habían sido analizados en el momento de redactar este informe no recibió un Rating de Sostenibilidad Morningstar de cuatro o cinco globos, que denota un grado de sostenibilidad Superior a la Media o Alto con respecto a los comparables de su categoría Morningstar. La excepción fue el IndexIQ Factors Sustainable Corporate Euro Bond ETF, que obtuvo un rating En la Media. Pese a contar con una elevada calificación ESG, este fondo resultó penalizado por incluir empresas controvertidas.
Aunque los ETF sostenibles más nuevos ofrecen unas comisiones más competitivas que sus competidores más antiguos, siguen exigiendo una prima con respecto a los fondos cotizados no sostenibles. Por ejemplo, el equivalente estándar (plain-vanilla) del iShares MSCI Japan SRI ETF supone un ahorro de un 0,10% en comisiones anuales.
En otros casos, como el de la gama de IndexIQ, los ETF sostenibles se sitúan en la parte más baja del espectro de comisiones de los fondos multifactor. Y, en raras ocasiones, como en el caso del UBS Global Gender Equality ETF, el fondo es uno de los más baratos de su clase de ETF temáticos.
Liquidaciones
Varios ETF sostenibles cerraron en 2017. El PowerShares Global Clean Energy y el PowerShares Global Water fueron liquidados, junto con otros fondos temáticos, como parte de la racionalización de gama que llevó a cabo la gestora de Invesco antes de adquirir Source el pasado mes de abril. Por otro lado, el Lyxor Finvex Sustainable Low Volatility Europe ETF no logró cautivar a los inversores y también echó el cierre.
Estos ejemplos ponen de manifiesto los retos a los que se enfrentan los proveedores de ETF a la hora de lanzar fondos sostenibles de nicho.
Perspectivas
El número de categorías Morningstar que cuentan con ETF sostenibles ha aumentado significativamente. Ahora, los inversores en ETF europeos pueden encontrar fondos sostenibles en 21 categorías de inversión, entre ellas varias con cobertura de divisa. Esta cifra se ha duplicado en los últimos tres años.
A medida que el mercado vaya madurando, podemos esperar que la gama de ETF sostenibles aumente aún más para reflejar las diferentes opciones disponibles en el mercado de ETF.