La beta estratégica, también conocida como smart beta, continúa seduciendo a los inversores al permitirles combinar un enfoque de inversión semiactivo con el objetivo de batir al mercado por un coste moderado.
El año pasado, los fondos pasivos estratégicos captaron 8.700 millones de euros y gestionaban un patrimonio de 65.400 millones de euros a 31 de diciembre.
Al cierre de 2017, había 443 fondos de beta estratégica disponibles en Europa (382 ETF y 61 fondos abiertos indexados no cotizados), frente a los 393 disponibles a finales de 2016.
En conjunto, la gestión pasiva captó en Europa más de 164.000 millones de euros el año pasado y gestionaba 1,34 billones de euros al cierre del periodo a través de 3.414 productos (2.370 ETF y 1.044 fondos índice tradicionales).
Source : Morningstar Direct
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Los fondos de beta estratégica recibieron el 5,3% del total de flujos captados por los productos pasivos en Europa y representaban el 4,9% del mercado de la gestión pasiva del Viejo Continente a 31 de diciembre. Además, estos fondos se comportaron mejor que el conjunto del mercado de la gestión pasiva en términos de crecimiento orgánico (Organic Growth Rate, es decir, flujos netos como porcentaje de los activos iniciales).
En lo que se refiere a las estrategias de inversión, hay 199 fondos de smart beta que se proponen generar rentabilidad mediante un enfoque centrado en los dividendos, los fundamentales, el momento o la calidad de las empresas. Estos productos captaron 7.000 millones de euros en 2017, lo que sitúa su patrimonio gestionado en los 44.400 millones de euros al cierre del año.
Hemos identificado 41 productos orientados a la gestión del riesgo. La estrategia más popular –la de baja volatilidad– sufrió reembolsos por valor de 1.000 millones de euros el año pasado. A 31 de diciembre, estos productos gestionaban 7.900 millones de euros.
Finalmente, la categoría Otros engloba 185 productos, principalmente fondos equiponderados y expuestos a materias primas no tradicionales. Estos instrumentos captaron 2.600 millones de euros en 2017 y gestionaban activos por valor de 13.000 millones al cierre del periodo.
En lo que respecta a los flujos, destacan tres fondos: el iShares Automation & Robotics UCITS ETF USD, el iShares Edge MSCI Europe Value Factor UCITS ETF y el iShares Edge MSCI USA Value Factor UCITS ETF USD, que captaron, respectivamente, 998, 920 y 824 millones de euros el año pasado.
Por el contrario, el BNP Paribas Easy Equity Low Vol Europe UCITS ETF Cap sufrió reembolsos netos de 444 millones de euros, que alcanzaron los 500 millones en el caso del SPDR® S&P US Dividend Aristocrats UCITS ETF.
Por tamaño, el fondo de beta estratégica más grande en Europa es el iShares Developed Markets Property Yield UCITS ETF USD (Dist), que invierte en el sector inmobiliario internacional (2.950 millones de euros a 31 de diciembre), seguido del SPDR® S&P US Dividend Aristocrats UCITS ETF (2.000 millones de euros).
De los 443 fondos pasivos estratégicos disponibles en Europa, sólo quince gestionaban más de 1.000 millones en activos al cierre de 2017.
Veintidós fondos de beta estratégica, de diez categorías diferentes, han sido calificados por los analistas de Morningstar. Dieciséis han recibido una evaluación positiva. El L&G Global Real Estate Div Idx es el único producto que no es un ETF.
Por clase de activo, 2017 estuvo marcado por el lanzamiento de 53 nuevos productos de renta variable, dos fondos de renta fija, diez fondos expuestos a materias primas y dos fondos alternativos.
Por último, en lo relativo a los emisores, el más activo fue BNP Paribas, que lanzó catorce nuevos productos de beta estratégica, seguido de Lyxor (nueve) y Source (seis). Candriam, Franklin Templeton y FundLogic lanzaron cinco nuevos fondos cada uno.