Hace unos días publiqué en Twitter la siguiente imagen que representa el porcentaje de fondos de renta variable americana que han batido a su índice de referencia a un año, tres años y cinco años. Los datos corresponden al mercado americano y son obviamente bastante decepcionantes para los partidarios de la gestión activa ya que, en la mayoría de los casos, el porcentaje se sitúa por debajo del 50%.
¿Cuál ha sido el porcentaje de fondos activos americanos que han conseguido bator a su índice de referencia a uno, tres y cinco años? Resultados ciertamente decepcionantes... pic.twitter.com/FxlOgWJUJ2
— Fernando Luque (@MorningstarES) 14 de febrero de 2018
Pero, ¿y si repetimos este ejercicio para los fondos de renta variable europea? ¿Obtendremos resultados similares? Es lo que hemos querido comprobar utilizando los siguientes índices de referencia para cada uno de los estilos de inversión.
Para calcular el porcentaje de fondos que superan a su respectivo benchmark hemos tenido en cuenta todas las clases de fondos domiciliados en Europa (no sólo en España) con antigüedad suficiente y el estilo de inversión marcado por el Style Box de Morningstar. también hemos eliminado los ETFs y los fondos de gestión pasiva.
El resultado es bastante favorable para los fondos europeos y claramente mejor que en el caso de los fondos americanos. Hay muchas casillas dónde el porcentaje supera el 50% indicando que la media de los fondos ha superado al índice de referencia.
Hay, no obstante, algunas consideraciones que debemos hacer.
Primero el estudio pierde mucha relevancia para las categorías de mediana y pequeña capitalización debido al bajo número de fondos con esos estilos de inversión (por ejemplo, sólo hay dos clases de fondos de pequeña capitalización y estilo valor). Por lo tanto sólo merece la pena concentrarse en las 3 categorías de renta variable de gran capitalización.
Segundo, los fondos de estilo valor lo han hecho comparativamente mejor que los fondos de estilo crecimiento en todos los periodos temporales, una circunstancia que también se da en el caso de los fondos americanos de renta variable estadounidense. Esto puede deberse a que los fondos “value” no tienen un estilo puro y suelen invertir una parte de su cartera en compañías “growth”, las cuales lo han hecho mejor que las compañías value en estos últimos años.
También hay que indicar que no hemos tenido en cuenta el sesgo de superviviencia. Es decir, sólo hemos tenido en cuenta los fondos supervivientes de cada una de las categorías, obviando aquellos que han desaparecido debido a su mal comportamiento.
Por último, la determinación del estilo de los fondos se ha hecho en base al Style Box de la última cartera disponible. Nada indica que hayan mantenido ese mismo estilo de inversión en todos los periodos analizados.
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