El pasado año ha sido muy bueno para la gestión pasiva. El mercado europeo de los fondos índice (ETF y fondos pasivos no cotizados) registra unas entradas netas de 160.00 millones de euros, que eleva el patrimonio hasta los 1,3 billones de euros a finales de noviembre, según los datos de Morningstar.
La atención creciente sobre las comisiones de gestión, así como los pobres resultados en algunos mercados de muchos gestores activos, junto a los cambios regulatorios y la aparición de nuevos actores (como los robo advisors), han contribuido al éxito de la gestión pasiva, en particular a través de los ETF.
El pasado año, los activos bajo gestión de los ETF en Europa alcanzaron los 670.000 millones de euros, lo que representa un crecimiento cercano al 25%. En cuatro años, el patrimonio de los ETF en Europa se ha más que doblado (ver gráfico de la derecha). Los flujos de entradas netas en ETF a lo largo de 2017 rondan los 100.000 millones de euros, de los que 60.710 millones corresponde a los ETF sobre índices de acciones y cerca de 27.000 millones a los de índices de obligaciones. Sorprendentemente, los ETF de materias primas ocupan la tercera posición con 7.600 millones de entradas en el año lo que se puede explicar por la subida del precio de las materias primas (con el petróleo a la cabeza) y el anticipo por parte de los inversores de un repunte de la inflación.
El pasado año, los activos bajo gestión de los ETF en Europa alcanzaron los 670.000 millones de euros, lo que representa un crecimiento cercano al 25%. En cuatro años, el patrimonio de los ETF en Europa se ha más que doblado (ver gráfico de la derecha). Los flujos de entradas netas en ETF a lo largo de 2017 rondan los 100.000 millones de euros, de los que 60.710 millones corresponde a los ETF sobre índices de acciones y cerca de 27.000 millones a los de índices de obligaciones. Sorprendentemente, los ETF de materias primas ocupan la tercera posición con 7.600 millones de entradas en el año lo que se puede explicar por la subida del precio de las materias primas (con el petróleo a la cabeza) y el anticipo por parte de los inversores de un repunte de la inflación.
Las categorías Morningstar de ETF que más flujos de entrada han registrado son principalmente las de acciones de países desarrollados, seguidas por los productos en mercados emergentes (ver tabla de la izquierda), el crédito americano, los metales preciosos y la deuda emergente.
Los ETF que replican el índice S&P 500 dominan sin sorpresa después de varios años de rendimiento de las acciones americanas y de los records sucesivos alcanzados por el índice de referencia del mercado americano. La segunda categoría más popular es la vinculada a un índice mundial con el 60% expuesto a las acciones americanas, lo que refuerza el atractivo de esta clase de activos entre los inversores pese a sus valoraciones ajustadas.
También se deja sentir el interés de los inversores por los ETF sobre índices en valores de servicios financieros europeos, una clase de activos apreciada por los equipos de gestión de Morningstar debido a su valoración razonable y al potencial repunte de los beneficios ante la perspectiva de una remontada de los tipos de interés y a un nuevo aumento de la pendiente de la curva de tipos.
Entre las categorías de ETF que han registrado mayores salidas se encuentran los de índices vinculados a acciones alemanas, australianas o suizas, a los bonos europeos de alto rendimiento, así como los ETF en cestas de obligaciones diversificadas. Los ETF en acciones alemanas sufren su segundo año consecutivo de salidas. El éxito de la economía alemana no logra sacar provecho entre los inversores. Dado que los ETF que replican el índice DAX están ampliamente distribuidos en todo el mundo, según sus proveedores, parece que los movimientos hacia y desde los índices bursátiles alemanes los realizan inversores asiáticos.
En cuanto a los proveedores de ETF, iShares (filial de BlackRock) continua dominando la industria en Europa aunque su participación en el mercado, en lo que respecta a recaudación, es menor que la de los activos bajo gestión. La cuota de mercado perdida por iShares ha sido ocupada por otros actores como Lyxor, Amundi, UBS, Xtrackers, State Street o Vanguard si tenemos en cuenta las cifras de crecimiento orgánico del pasado año.
Lanzamientos
A diferencia de EE UU, los ETF europeos no han alcanzado todavía su madurez, lo que se traduce en un contexto más dinámico como así se ve en los flujos de entrada, pero también en los lanzamientos de nuevos productos.
Según los datos de Morningstar, 207 fondos pasivos se han puesto en marcha en 2017 (datos hasta fin de diciembre), de los que 58 son fondos índices tradicionales y 149 ETF. Hay 22 fondos que replican índices que respetan los criterios ESG. Otros 68 fondos lanzados el último año pertenecen al compartimentos de los fondos con beta estratégica (todavía llamados smart beta), de los que 6 también tienen un enfoque que responde a los criterios ESG.
Por clase de activos, los productos que siguen índices de acciones dominan los lanzamientos con 122 productos nuevos, de los que 46 siguen índices de referencia europeos o británicos, 12 replican el mercado americano, 10 la bolsa japonesa y 11 los mercados emergentes.
El año 2017 también ha estado marcado por el lanzamiento de 42 nuevos fondos sobre índices de obligaciones tanto en el universo de la deuda soberana como en alto rendimiento, sobre todo en euros (con 20 fondos).
Respecto al resto de categorías, han aparecido 19 nuevos productos vinculados a índices de materias primas, así como 15 fondos alternativos y 8 fondos de asignación de activos.
En cuanto a los emisores, BlackRock ha sido el más activo con 28 nuevos productos (20 de ellos ETF iShares); seguido de Lyxor, con 27 lanzamientos; BNP, con 21, y Source y UBS con 14 cada uno.