El difunto Luis Aragonés decía que lo importante en el fútbol es ganar, ganar y ganar. Pues trasladándome al mundo de las inversiones (ya sea a través de planes de pensiones, de fondos de inversión o de cualquier otro vehículo financiero que permita acumular un capital a largo plazo) diría que lo importante es aportar, aportar y aportar.
Hagamos el pequeño ejercicio matemático siguiente: imagínese dos carteras de inversión con las siguientes rentabilidades anuales en un periodo de 20 años. ¿Cuál de las 2 piensa que lo ha hecho mejor?
Los más astutos habrán visto que las rentabilidades de la cartera 2 son las mismas que las de la cartera 1 pero en orden inverso. En la cartera 1 empezamos por unas fuertes caídas y terminamos el periodo con fuertes subidas, mientras que en la cartera 2 empezamos con subidas y terminamos con caídas. Matemáticamente el resultado final es exactamente el mismo. Es lo que ilustra el gráfico siguiente.
Parece que da igual empezar con subidas y terminar con caídas que lo contrario. Pero en el mundo de las inversiones no es así.
El ejemplo supone que invertimos una cantidad inicial y mantenemos esa inversión hasta el final. En la mayoría de los casos, los inversores realizan aportaciones periódicas y eso influye mucho en los resultados.
Supongamos por ejemplo que invertimos 10.000 euros cada año en ambas carteras. ¿Cuál de ellas habrá obtenido la mayor rentabilidad al cabo de los 20 años?
La respuesta es la cartera 1 (en azul en el gráfico). Lo que sorprenda quizás es la gran diferencia en el capital final. El inversor en la cartera 1 hubiera obtenido el doble del inversor en la cartera 2. ¿Y eso cómo es posible si no hay diferencias a nivel de rentabilidades acumuladas? Simplemente porque el inversor 1 se aprovecha de la subida del mercado al final del periodo cuando ha acumulado gran parte de su patrimonio, mientras que el inversor 2 se aprovecha de rentabilidades positivas al inicio del periodo de acumulación de capital, pero sufre una fuerte caída cuando su patrimonio está en niveles máximos.
¿Qué lección sacar para los inversores de largo plazo?
Para el inversor de largo plazo (ya sea a través de planes de pensiones o de fondos de inversión) esto tiene una consecuencia práctica importante. Si uno está a punto de empezar a retirar el dinero acumulado en su cartera, las rentabilidades van a impactar mucho (negativamente o positivamente) en el patrimonio. Es deseable, por lo tanto, reducir el riesgo de pérdida importante del capital y traspasar su dinero a productos más defensivos (si uno, por ejemplo, estaba fuertemente invertido en renta variable).
También tiene una lectura muy importante para los más jóvenes, los que empiezan a acumular un capital. Para ellos la lección es que, en los primeros años de acumulación de patrimonio, las rentabilidades no es lo más importante. No les debería preocupar si sus planes de pensiones van bien o van mal. Hasta cierto punto, da igual si se ven atrapados en un mercado bajista. Lo que cuenta para ellos es acumular el mayor patrimonio posible. Para ellos, lo importante es aportar, aportar y aportar.