Los ETFs de beta estratégica - comúnmente conocida como "beta inteligente" - están creciendo en popularidad en Europa. Ya representan el 8% de los activos invertidos en ETFs y las perspectivas de crecimiento siguen siendo positivas, con unas entradas netas mensuales medias del 10% al 15% en ETFs dirigidas hacia este tipo de productos. Por lo tanto, no debería sorprendernos que los proveedores de ETFs consideren la beta inteligente como una de sus áreas de negocio clave para los próximos años.
La constante innovación es el nombre del juego en el desarrollo de benchmarks de smart beta, por no mencionar una manera que permite a los proveedores de ETFs diferenciarse entre sí y capturar cuota de mercado en un mercado muy dinámico.
Esto significa que una parte sustancial del presupuesto de desarrollo de productos, tanto de los proveedores de índices como de ETFs, se dedica a la investigación y al lanzamiento al mercado de una serie de estrategias "cada vez más inteligentes".
Hay que decir que, en términos absolutos, el grueso de los activos en los ETFs de beta inteligente en Europa sigue estando situado en productos que proporcionan exposición a factores individuales. Por ejemplo, las estrategias de ETFs que replican estrategias de dividendos siguen siendo especialmente populares, ya que los inversores siguen favoreciendo formas de mejorar las fuentes de ingresos en el actual entorno de tipos de interés ultrabajos.
Siguiente paso: los fondos multi-estratégicos
Las estrategias multifactoriales son la evolución natural en el campo de la beta inteligente, y el apartado donde actualmente prosperan la investigación y la innovación de productos. Los ETFs de beta inteligente multifactoriales se comercializan como soluciones de inversión que abordan la deficiencia más obvia de las exposiciones de renta variable de factor único, a saber, su carácter cíclico. De hecho, cuando se trata de invertir en factores de renta variable, el principio de "no poner todos los huevos en una sola cesta" también se aplica.
La pregunta para los proveedores de índices y ETFs es cómo combinar los factores de la manera más eficiente para mejorar el perfil general de rentabilidad/riesgo del fondo y minimizar los costes de rotación.
La manera más directa de combinar cualquier tipo de factores, y ciertamente la más sencilla de entender para los inversores, es seguir un enfoque de equiponderación. Algunos de los primeros ETFs de beta inteligente multifactoriales lanzados en Europa siguieron este enfoque.
Sin embargo, ahora estamos asistiendo a una mayor evolución en el desarrollo de productos, con muchos de los nuevos productos que llegan al mercado construidos siguiendo un marco de "núcleo-satélite", en el que uno de los factores actúa como bloque de construcción central y el resto - ya sea sólo uno o una combinación de varios factores - aborda los posibles aspectos negativos de su naturaleza cíclica.
Los índices de dividendos de calidad y los ETFs que los replican son un buen ejemplo. Estos productos filtran las empresas que pagan dividendos por su "calidad", favoreciendo a las más rentables y menos endeudadas con el fin de generar un flujo de ingresos menos volátil a largo plazo.
Otros productos utilizan la baja volatilidad como su factor de exposición "central" y la complementan con calidad, valor o momento.
Algunos pueden argumentar que, en lugar de ser multifactorial, se trata de un "factor único 2.0", ya que el enfoque clave del proceso de desarrollo del producto y los esfuerzos de marketing se centran en el factor central de la estructura.
Independientemente de lo que suceda, es justo esperar que más productos de este tipo se lancen al mercado. Después de todo, los ETFs multifactoriales pueden adoptar muchas combinaciones diferentes. Esto hará que la tarea de selección de índices de referencia y de ETFs será cada vez más compleja para los inversores.