China sigue siendo uno de los principales impulsores del crecimiento mundial. El PIB de la segunda mayor economía del mundo creció un 6,7% interanual a finales de junio de 2017. Este sólido crecimiento se apoya en una serie de estadísticas positivas, que han alimentado un repunte del 28,4% de la bolsa china desde el comienzo del año.
Esto debería llevar a uno a preguntarse si este rebote es merecido y qué acción tomar de cara al futuro. En particular, los inversores deben mirar más allá del crecimiento económico, siendo la relación entre este indicador y el comportamiento de las acciones relativamente baja.
La valoración de las acciones de Asia debe ser lo más importante y los inversores deben prestar especial atención a ella si consideran tomar exposición a esta clase de activos.
¿Dónde encontrar las mejores oportunidades?
Los inversores en busca de crecimiento deben centrarse más en los fundamentos de las acciones de la región. Desde este punto de vista, la situación en China y Hong Kong es muy diferente. La evolución de la productividad es un indicador más importante. Sin embargo, la situación en Hong Kong, donde los márgenes son más altos que en China, está parcialmente sesgada por el floreciente sector inmobiliario.
Por lo tanto, los inversores deben prestar mucha atención a los fundamentales antes de invertir en China continental o en Hong Kong. Desde este punto de vista, China ofrece una mejor oportunidad de inversión que Hong Kong.
Pero si ampliamos el espectro, basándonos en nuestras estimaciones de rendimiento real a 10 años, Taiwán y Corea del Sur son aún más atractivas en términos de los niveles de valoración actuales.
Acciones A
Uno puede presentarse si la inclusión de las acciones A en los índices MSCI cambia algo el análisis. El impacto es realmente muy bajo y no debe alterar profundamente nuestro análisis fundamental.
Por nuestra parte, Morningstar ha decidido no incluir las acciones A de China en sus índices, dada la ausencia de cualquier revisión o aclaración sobre los límites de tenencia de títulos.
Desde el punto de vista de la construcción de la cartera, las acciones A ofrecen una mejor representación de la economía china y proporcionan acceso a un espectro más amplio de sectores e industrias. La diversificación de una cartera en acciones A es, por lo tanto, una ventaja. Esto es particularmente cierto en cuanto al acceso a una clase media en pleno crecimiento y a empresas que tienen poca o ninguna exposición a la competencia internacional.
¿Cuáles son los riesgos?
Invertir en Asia no está libre de riesgos. En el caso de China, los inversores deben ser conscientes de algunos de estos riesgos: debilidad de ciertos indicadores financieros, nivel de endeudamiento y peso del sector bancario paralelo, (o shadow banking), problemas de liquidez y riesgo geopolítico.
El tema más sensible para los inversores es probablemente el intervencionismo del gobierno, que puede ser una fuente importante de distorsión de los precios de los activos. Estos elementos podrían tener un impacto en los fundamentos de la clase de activos, pero también en la evolución de las monedas, que son un parámetro a considerar.
Aunque las reformas en vigor y la regulación de los mercados han mejorado, los inversores que deseen invertir en China deben no obstante pedir un mayor margen de seguridad que para otros mercados.
La buena noticia es que, en el frente de las divisas, este margen de seguridad existe en China y Taiwán, mientras que las monedas de Hong Kong y Corea del Sur están más cerca de su valor razonable.
Finalmente, en la construcción de una distribución de activos, el querer gestionar Asia de una manera independiente o como un sub-universo dentro de una parte emergente constituye una pregunta relevante.
Los mercados emergentes son muy heterogéneos y requieren que los inversores piensen siempre de manera holística, buscando clases de activos con las mejores perspectivas de rentabilidad real y con un margen de seguridad suficiente.