Monika Dutt: El tamaño es probablemente el factor más conocido en el mundo de las inversiones. Hay evidencias de que los valores de pequeña capitalización baten a los valores de gran capitalización. Hay muchas teorías, pero todas coinciden en señalar que las pequeñas compañías son más arriesgadas que las grandes. Y el riesgo duele. Nos afecta. En un Mercado eficiente los inversores deberían ser compensados por aceptar un mayor riesgo con una mayor rentabilidad esperada.
En general, las pequeñas compañías son menos rentables, menos líquidas y tienen menos analistas siguiéndoles, lo que también incrementa las posibilidades de estar mal valoradas. Los pequeños valores son también más volátiles. Aunque invertir en pequeñas compañías puede ser arriesgado, cuando uno tiene una cartera de estos valores, uno diversifica el riesgo y aumenta las posibilidades de elegir la próxima Amazon a buen precio.
Por estas razones, esta estrategia no es para los aversos al riesgo. A pesar de que las pequeñas empresas están asociadas con una mayor rentabilidad a largo plazo, pueden atravesar años y años de peor comportamiento, lo que dificulta algunas veces mantenerlas en cartera.
Lo que ha funcionado en el pasado puede no seguir funcionando en el futuro. Hay preocupaciones de que, a medida que aumenta la liquidez y la información se transmite de forma más eficiente, la prima de los small caps pueda disminuir.