La salud de la economía mundial ha mejorado claramente en el último año. Los indicadores de confianza, la producción industrial, el mercado de trabajo y el comercio internacional han progresado en la mayoría de los países. Según el último World Economic Outlook del Fondo Monetario Internacional, publicado en abril, se estima que el crecimiento mundial alcanzará el 3,5% en el 2017 y el 3,6% en el 2018 (desde el 3,1% del 2016). Más concretamente, el FMI anticipa un aumento del 2,3% del PIB para Estados Unidos y del 1,7% para la Zona Euro. En cuanto a los países emergentes, el crecimiento esperado es del 4,5%.
Para las economías desarrollados, se han revisado al alza las proyecciones de crecimiento en los Estados Unidos, anticipando una política fiscal favorable, sobre todo después de las elecciones de noviembre. Las perspectivas han mejorado también para Europa y Japón, sobre la base de una recuperación cíclica del sector manufacturero y del comercio que se inició en la segunda mitad de 2016.
Evolución del índice Morningstar Global Markets Large Cap NR desde inicio de año
Fuente: Morningstar Direct
Tras las elecciones en Estados Unidos, las expectativas hacia una política fiscal acomodaticia han contribuido a un fortalecimiento del dólar y unos tipos de interés más altos. La respuesta del mercado ha sido positiva, con aumentos notables en las bolsas tanto en las economías avanzadas como las emergentes.
Sin embargo, esta expansión cíclica aún no es lo suficientemente robusta como para producir una mejora duradera de la producción o para reducir las desigualdades persistentes. En comparación con el promedio de los 20 años anteriores a la crisis, el crecimiento del PIB per cápita en países de la OCDE sigue siendo medio punto porcentual más bajo, y eso sin tener en cuenta las posibles consecuencias negativas de unas políticas excesivamente proteccionistas, una subida demasiado rápida de los tipos en EE.UU., una dificultad de financiación de en los países emergentes o eventos geopolíticos que podrían aumentar la vulnerabilidad financiera de regiones enteras.
La oferta europea
Para los inversores del viejo continente, hay 74 fondos cotizados que ofrecen exposición a diversos índices de acciones globales. En la tabla adjunta mostramos los 12 productos cubiertos por los analistas de Morningstar.
Entre estos ETFs destaca el iShares Core MSCI World UCITS con un patrimonio de cerca de 10.000 millones de euros. Este fondo utiliza la replicación física optimizada para conseguir su rentabilidad. El ETF compra un conjunto de títulos elegidos de manera a crear una cartera suficientemente próxima a la del índice de referencia, pero con un número inferior de componentes para optimizar los costes de transacción.
iShares puede realizar préstamo de valores (hasta el 100% de la cartera). BlackRock, la casa matriz, opera como gestora. Las operaciones de préstamos están cubiertas por una garantía, representada por una cesta conforme a las reglas UCITS cuyo valor (calculado en base diría) es superior al de los títulos prestados. El rendimiento procedente del préstamo de títulos se divide de la siguiente manera: 62,5% para el ETF y 37,5% para BlackRock. Los costes anuales son de 0,20%, situándose entre los más baratos de su categoría.