La mayor fortaleza del Vanguard Small-Cap Value (VBK) es su bajo coste. Tiene unos costes totales de 0,08% que le convierten en la opción más barata de los fondos de acciones estadounidenses de pequeña capitalización y estilo valor. Además, el préstamo de valores que realiza la compañía reduce aún más el coste para el inversor. Este bajo coste le ha permitido batir a la media de su categoría en Estados Unidos en 131 puntos básicos en los últimos 10 años (a fecha de finales de febrero del 2017), con una volatilidad similar.
Su cartera diversificada ponderada por capitalización de mercado promueve una baja rotación y es representativa del conjunto de oportunidades que forman parte de los fondos de gestión activa. Consigue un Morningstar Analyst Rating de Silver.
El fondo invierte en el 50% de acciones small cap USA con las ratios de valoración y crecimiento más bajas y los pondera por capitalización de mercado. La mayoría de estas empresas cuentan con una cobertura limitada por parte de los analistas y no disfrutan de ventajas competitivas sostenibles. También suelen tener perspectivas de negocios menos atractivas que sus competidores en el segmento de crecimiento, por lo que no son necesariamente unas gangas. Sin embargo, podrían llegar a estar infravalorados si los inversores extrapolan el pobre crecimiento pasado a largo plazo. Los constituyentes del fondo conllevan claramente más riesgos que sus contrapartes de gran capitalización, pero deberían tener un mayor potencial de retorno a largo plazo.