Hace poco tuvo lugar en Amsterdan nuestra Morningstar Investment Conference europea. A lo largo de estos próximos días publicaremos videos y artículos relacionados con esta conferencia. En este caso hemos entrevistado a Martijn Cremers, profesor de finanzas en la Universidad de Notre Dame.
Emma Wall: Hola y binevenidos a Morningstar. Soy Emma Wall y hoy estoy acompañada por el professor Martijn Cremers para hablar de active share.
Hola Martijn.
Martijn Cremers: Hola. ¿Cómo está?
Wall: Bueno, la primera pregunta es: ¿qué es el active share?
Cremers: El active share es una medida muy básica de la diferencia entre los títulos de un fondo y los títulos de un índice de referencia. Por lo tanto, los índices de referencia tienen active share de cero. Sus títulos se superponen completamente, de acuerdo. Un fondo con un active share muy alto significa que invierte de manera muy diferente, que las rentabilidades del fondo son muy diferentes de las rentabilidades del índice de referencia. Por lo menos uno sabe que va a conseguir algo muy distinto.
Wall: Sus estudios han analizado la correlación entre active share y rentabilidad. ¿Cuál es esa correlación?
Cremers: Es difícil predecir la rentabilidad, cierto. Es un poco un juego de loco. Al mismo tiempo, nos encontramos con un resultado realmente muy fuerte, y es que los fondos con bajo active share, estos son los fondos que tienen un montón de acciones que son las mismas que las del benchmark, tienen superposiciones sustanciales, que los fondos con bajo active share, un active share por debajo del 60% más o menos, tienen una rentabilidad sustancialmente por debajo del mercado.
En el lado positivo, la evidencia es mucho más débil. Los gestores activos han tenido unos 10, 15 años difíciles, pero hay cierta evidencia, dependiendo de cómo uno lo mire, que los gestores con alto active share, como grupo, lo han hecho bien.
Wall: ¿Significa esto que como inversor debería ignorar los gestores pasivos por complete y concentrarme en aquellos con un alto active share?
Cremers: Yo diría lo contrario. La mayoría de los fondos no tienen un alto active share. Por lo tanto, a menos que sepa que el fondo es de alto active share, entonces creo que la gestión pasiva es para muchos inversores el enfoque correcto. Al mismo tiempo, me gusta el enfoque de núcleo-satélite, donde el núcleo sería pasivo, pero luego para los satélites, amplias y diversificas, introduciendo gestores con alto active share.
Dentro del alto active share, lo que he visto es que un cierto enfoque paciente funciona mejor. Acabo de escribir un nuevo estudio “Active Share and the Three Pillars of Active Management”. Los tres pilares son la habilidad, la convicción y la oportunidad.
La habilidad es difícil de medir, pero un alto active share significa, al menos, que el gestor tiene el valor de sus convicciones y una gran oportunidad de ser diferente. Y así, en mi opinión, tener un alto active share significa al menos tener convicción y oportunidad. En general, se necesita mucha habilidad para gestionar con éxito un fondo de alto active share durante cierto tiempo. Por lo tanto, siempre que encuentre unos gestores pacientes con alto active share que lo han hecho bien, eso es lo que yo sugeriría para la parte satélite.
Wall: Se trata en realidad de evitar los closet trackers, aquellos por los que estamos pagando por una gestión activa que no están realmente haciéndolo mejor que el benchmark y quedarnos con la pura inversión pasiva y la pura gestión activa.
Cremers: Es correcto, especialmente porque muchos de los fondos con bajo active share no son baratos.
Wall: Martijn, muchas gracias.
Cremers: Muchas gracias por invitarme.
Wall: Ha sido Emma Wall para Morningstar. Gracias por seguirnos.