Los fondos mixtos han tenido bastante éxito en los últimos años, con un aumento del patrimonio de 612.000 millones hasta 1, 56 billones de 558 millones de dólares a nivel europeo entre 2012 y 2016 según datos de Morningstar.
Este éxito en términos de flujos no se ha traducido en una rentabilidad satisfactoria. Los inversores europeos tienen razones para estar decepcionados con los fondos mixtos estos últimos años.
Entre enero de 2007 y diciembre de 2016, la rentabilidad mediana de los fondos mixtos agresivos ha sido del 2,5% anual. Los fondos mixtos moderados y conservadores han conseguido rentabilidades similares (respectivamente 2,7% y 2,3% en términos anualizados).
Los inversores, por lo tanto, no se han beneficiado de la volatilidad de los fondos con una mayor exposición a renta variable.
El periodo ha estado sin dudo marcado por una gran volatilidad en los mercados financieros. Sin embargo, en promedio, las acciones han superado a los bonos durante este horizonte temporal, y un índice compuesto por 75% de acciones (FTSE World TR EUR, por ejemplo) y 25% en bonos (Bloomberg Barclays Euro Aggregate TR EUR) ha logrado una rentabilidad anualizada del 6,4%, 93 puntos básicos por encima de un índice conservador (25% acciones/ 75% bonos) que ha conseguido un 5,5% anual de media.
Además, los gastos de gestión se han comido gran parte de la prima de riesgo – gastos que se sitúan 40 puntos básicos más altos para los fondos agresivos frente a los fondos conservadores.
Otros factores también explican este resultado decepcionante. El más significativo es la preferencia por las acciones europeas adoptada por muchos gerentes, incluso aquellos que tienen un mandato global.
El peso de Europa en los índices de renta variable global es aproximadamente del 20%, mientras que los fondos mixtos agresivos domiciliados en Europa tienen, en promedio, una exposición cercana al 40%. Pero en la última década, las acciones estadounidenses superaron a las acciones europeas - incluso sin tener en cuenta la depreciación del euro.
El período de estos últimos 10 años está marcado por la crisis financiera mundial de 2008-2009, circunstancia que podría tener una influencia significativa en los resultados decepcionantes de la categoría. Sin embargo, un análisis más detallado muestra que este no es el caso. La media de los fondos mixtos se ha situado por debajo de su índice de referencia en cada uno de los años entre 2007 y 2016, independientemente de la categoría en cuestión, con una excepción: la media de los fondos mixtos flexibles Euro que ha superado a su índice de referencia en 71 puntos base en 2007.
Aparte de 2008, año en el que la mayor parte de los fondos de las cuatro categorías mixtas protegieron relativamente bien el capital de sus clientes, estos fondos no han sido capaces de replicar dicha diferencia de rentabilidad a partir de entonces, especialmente durante la crisis la deuda de la zona euro en 2011.
Un análisis de las rentabilidades ajustadas al riesgo o ratios de Sharpe de las diferentes categorías muestra que, si la toma de riesgos ha sido remunerada en los periodos de 3 y 5 años, el rendimiento ajustado al riesgo ha sido mucho mejor entre los fondos mixtos más cautelosos.
La exposición a la renta variable europea también explica la menor capacidad de algunos fondos mixtos para proteger a los inversores durante las crisis en los mercados. De hecho, las acciones europeas han sufrido pérdidas de capital ("drawdowns") elevadas, del orden de 113% en los últimos cinco años.
De este modo, entre 2012 y 2016, los fondos mixtos agresivos globales recogieron el 86% de las caídas de los índices bursátiles mundiales mientras que su exposición a esta clase de activa era inferior a ese 86%.