En este mundo de mayor automatización y mercantilización, se espera que los fondos pasivos sean ultra económicos. Tanto es así que hay quienes sostienen que es sólo cuestión de tiempo antes de que los fondos que siguen los principales índices como el FTSE 100 y el S&P 500 se entreguen de forma gratuita.
Esto puede sonar como una afirmación exagerada, pero en Estados Unidos ya se puede comprar todo el mercado de valores americanos con un coste anual del 0,03%. En Europa los costes no son tan bajos, pero no están muy lejos. Source, un proveedor de ETF, cobra un 0,05% por su ETF sobre el S&P 500.
La competencia feroz y las mayores economías de escala han empujado los costes de estos particulares fondos cerca de cero, mientras que, al mismo tiempo, crean presión en la industria más amplia de fondos pasivos para que las comisiones sean cada vez más bajas.
Los gestores activos parecen caros en comparación. Muchos continúan cobrando comisiones anuales de más del 1%, lo que significa que tienen que eliminar un alto obstáculo cada año con el fin de generar rentabilidad después de costes.
Algunos ETFs son injustificadamente caros
Si bien los titulares de los últimos años se han centrado en la reducción de comisiones por parte de los proveedores de fondos pasivos, los inversores deben ser conscientes de que todavía hay una disparidad de precios amplia entre los fondos índices (Nota del traductor: en este artículo, por ejemplo, analizábamos las diferencias entre los fondos índice de renta variable española). Algunas ofertas siguen siendo injustificadamente caras.
Es poco justificable, por ejemplo, que el iShares S&P 500 ETF (IDUS), el cuarto mayor ETF de Europa con 8.000 millones de libras esterlinas de activos bajo gestión, que distribuye dividendos, cobra una comisión anual del 0,40%. Aunque no es alto en términos absolutos, es muy caro en comparación con las opciones directamente comparables ya que la gran mayoría de los ETFs sobre el S&P 500 cobran menos del 0,15%.
El líder global de ETF iShares goza de grandes economías de escala, pero es selectivo en la forma en que las comparte con los inversores. De hecho, la firma también ofrece el iShares Core S&P 500 ETF (CSP1) por un coste mucho más bajo de 0.07%. Hay que tener en cuenta que este ETF no reparte dividendos sino que los vuelve a invertir dividendos, por lo que puede no ser adecuado para inversores que buscan ingresos recurrentes. Para estos inversores, el buque insignia de Vanguard, el S&P 500 ETF (VUSD), que cobra un idéntico 0,07%, es una buena alternativa.
De manera similar, el iShares MSCI Emerging Markets ETF (IEEM), que cuenta con casi 4.000 millones de libras en activos, tiene unos costes de 0,75%. Esto es tres veces más que su homólogo que no distribuye dividendos, el iShares Core MSCI Emerging Markets IMI.
Haga sus deberes
Los ETFs que hemos destacado aquí no son en absoluto los únicos fondos pasivos caros, pero destacan claramente por su tamaño. En todo caso, sirven como recordatorio de que la inversión pasiva no siempre es de bajo coste, a pesar de que la mayoría de los fondos pasivos son aún más baratos que sus equivalentes de gestión activa.
No todos los fondos de seguimiento de índices son creados de la misma manera, por lo que es crucial que los inversores hagan sus deberes antes de tomar una decisión.