Pocos inversores hubieran apostado a principio de este año que la renta fija tradicional de la Zona Euro (los fondos de la categoría Renta Fija Diversificada Euro, por ejemplo) obtendría, por décimo año consecutivo, una rentabilidad positiva en este 2016. Pero ese ha sido el caso. Esta categoría terminará el año con una ganancia, nada despreciable, teniendo en cuenta los bajos niveles de tipos de interés que tenemos en la Eurozona, del 2,6%.
Y eso que el comportamiento hubiera podido ser mucho más positivo si la rentabilidad no se hubiera estropeado en el último trimestre del año (sobre todo contagiada por las subidas de tipos a largo plazo en Estados Unidos). En los tres primeros trimestres de este año la media de la categoría subió un 3,8% para luego perder un 1,3% durante el último trimestre.
Fuente: Morningstar Direct
En realidad, todas las categorías de renta fija euro consiguen rentabilidades positivas en este año 2016. Las mayores ganancias son para el segmento de Renta Fija High Yield Euro que acumula en el ejercicio una ganancia superior al 8%. Es una rentabilidad claramente por encima de la media de rentabilidad de esta categoría en los últimos 10 años, que se sitúa en el 5,4% anual. Los fondos de Renta Fija Largo Plazo Euro también consiguen una rentabilidad francamente extraordinaria del 7%. Algo por debajo se quedan los fondos de Renta Fija Corporativa Euro, con una ganancia del 4,2%.
Aunque a muchos no sorprenderá el dato, merece la pena destacar que la categoría de Monetarios Euro está en negativo (-0,1%). El bajísimo rendimiento de los títulos a corto plazo no ha podido compensar las comisiones que cobran estos fondos.
Una de las categorías peor paradas (exceptuando las de corto plazo) es la de Renta Fija Púbica Euro que apenas ha conseguido una rentabilidad del 2,2% en el ejercicio, pero es francamente positivo teniendo en cuenta que muchos bonos soberanos de la Eurozona ofrecen rendimientos exiguos.
Los bonos soberanos de largo plazo obtuvieron ganancias dispares a nivel de país: mientras la deuda pública española lograba un 4,5% de rentabilidad, la italiana, muy marcada por el referéndum en el país y la crisis bancaria, apenas conseguía un 0,9%, como muestra la ilustración siguiente.