Creemos que la victoria de Trump no ha cambiado el perfil de generación de caja de muchas empresas en el sector de consumo y que empresas como Hanesbrands, Procter & Gamble y Starbucks, que cotizan con descuentos del 40%, 7% y 15% respectivamente constituyen oportunidades atractivas para los inversores.
Sin embargo, los inversores deben de tener cuidado con la posible volatilidad en los mercados a corto plazo, así como con los desafíos a largo plazo para las empresas de consumo.
El primer factor de riesgo es la volatilidad de las divisas que puede tener un impacto a corto plazo sobre los resultados financieros de las empresas del sector, en especial las establecidas en México. Entre estas empresas están Coca-Cola Femsa o Anheuser-Busch Inbev, grupo para el que México representa el 7% de su volumen de negocios (incluyendo los activos de SABMiller).
Un número de compañías presentes en México o América Latina, que dependen en gran medida de las exportaciones a los Estados Unidos, podría verse afectado por las medidas proteccionistas - incluso si el impacto aún no se puede medir en estos momentos.
Una de las áreas que podrían ofrecer oportunidades es el sector de las bebidas alcohólicas. La introducción de las barreras comerciales podría tener un impacto significativo, con una pérdida en favor de otras categorías (cerveza, otras importaciones).
Constellation Brands (55% de los ingresos provienen de las exportaciones de México a los Estados Unidos) se vería fuertemente afectada por tal desarrollo. Del mismo modo, la reciente adquisición de Don Julio por Diageo le expone a las relaciones comerciales bilaterales entre los EE.UU. y México. Esto podría impedirle lograr el objetivo de un crecimiento de dos dígitos en el volumen de ventas que se espera para de Don Julio, con un impacto adverso sobre su marca Bushmills.
Otras compañías afectadas por las medidas proteccionistas que podría tomar la administración Trump a Pilgrim’s Pride, el segundo mayor productor de pollo en México y cuyo país representa el 14% de sus ventas.
Fuera de México, las empresas del sector con una fuerte presencia manufacturera en China podrían estar entre los más afectados por el endurecimiento de la política comercial americana.
Algunas compañías ya han comenzado a diversificar sus fuentes de suministro, deslocalizando parte de su actividad de fabricación en China hacia la India y otros países asiáticos, como Adidas y Nike, que producen entre un cuarto y un tercio de su ropa y zapatos en la región.
La disminución de los intercambios comerciales con China sería, no obstante, una buena noticia para algunas empresas en los sectores del mueble, juguetes y ropa. En este sector, consideramos que un título como Williams-Sonoma es atractivo, con un descuento del 35% respecto a nuestro precio objetivo.
Más allá de las cuestiones comerciales, estamos a la expectativa de ver qué impacto potencial una renovada volatilidad en los mercados financieros podría tener sobre la confianza del consumidor de Estados Unidos. Desde la recesión de 2008-2009, la economía americana se ha vuelto más dependiente de los consumidores con alto poder adquisitivo.
Un aumento de la volatilidad en el mercado podría poner a prueba su capacidad de recuperación o dibujar las nuevas tendencias en el consumo.