Los inversores están en buenas manos en este fondo. Philippe Igigabel gestionado la estrategia desde 2003. Trabaja estrechamente con 13 otros gestores dedicados al crédito en HSBC, así como con un equipo de alrededor de 30 analistas divididos por sectores. La experiencia y la gran estabilidad de este equipo hacen que sea, en nuestra opinión, uno de los más fuertes en el mercado.
También valoramos positivamente la inversión personal del gestor en el fondo, lo que alinea sus intereses con los de los inversores. Este fondo cuenta con una estrategia distintiva y bien ejecutada. La fuente principal de rentabilidad es la selección de valores: basándose en el análisis fundamental llevado a cabo por los analistas de crédito del equipo, el gestor selecciona entre 60 y 75 bonos de alto rendimiento cuya solvencia se espera que mejore o que es estable pero que tiene unas valoraciones atractivas.
El gestor añade a esta selección de valores invirtiendo de forma significativa en deuda subordinada financiera y no financiera. Estos bonos tienen una calificación por encima del grado especulativo y alcanzaron el 46,6% de los activos del fondo en junio de 2016 (comparado con un peso del 10,8% en bonos de grado de inversión para la categoría Morningstar).
Según el gestor, estas emisiones cotizan con un diferencial de crédito que es comparable con el mercado de high yield, al mismo tiempo que tienen un perfil de crédito mucho más defensivo. Igigabel también está dispuesto a inclinar la beta de crédito global del fondo en función de sus expectativas respecto a los diferenciales de crédito, y generalmente se aprovecha de las caídas del mercado para aumentar el riesgo.
Este enfoque de alta convicción ha sido bien ejecutado a lo largo del tiempo. En los últimos 5 y 10 años, a fecha de septiembre de 2016, el fondo se situó en el primer cuartil de su categoría, mientras que su pérdida máxima fue inferior a la de sus competidores. Eso no quiere decir que el fondo no experimentará momentos de baja rentabilidad. El estilo contrarían del gestor y su voluntad de mantenerse un gran peso en subordinados financieros pueden hacerlo vulnerable en periodos de volatilidad del mercado, como fue el caso en 2011 y durante el verano de 2015. Sin embargo, estamos convencidos de sus méritos a largo plazo, por lo que el fondo mantiene su Morningstar Analyst Rating de Silver.