En promedio, los inversores que confiaron en los expertos de la distribución de activos hubieran corrido más suerte eligiendo fondos pasivos o construyendo ellos mismos sus carteras mixtas en función de su perfil de riesgo.
A largo plazo los fondos mixtos no consiguen batir a su índice de referencia
Sea cual sea la distribución de activos (conservador, moderado, agresivo o flexible), las rentabilidades a largo plazo muestran un peor comportamiento crónico.
Este es el caso de los fondos mixtos conservadores desde 2007, es decir desde el inicio de la crisis financiera.
Rentabilidad anual de los fondos mixtos conservadores
Source: Morningstar Direct
Y también es cierto si miramos cómo, en términos medios, se han comportado los fondos mixtos moderados, flexibles o agresivos en comparación con sus índices de referencia.
Rentabilidad anual de los fondos mixtos moderados
Rentabilidad anual de los fondos mixtos agresivos
Rentabilidad anual de los fondos mixtos flexibles
Fuente: Morningstar Direct
¿A qué se debe esto? Desde la crisis financiera de 2008, los precios de los activos financieros han sido impulsados en gran medida por dos factores: la intervención de los bancos centrales y un menor ritmo de crecimiento de la economía mundial, consecuencia de la puesta en marcha de las políticas de austeridad Europa y la desaceleración económica en China.
Esos años se han caracterizado también por fases de alta volatilidad, y los rápidos cambios en las decisiones de asignación de los inversores, que han sido bautizados como "RORO" por lo de "Risk On Risk Off"."
Este entorno de mercado se ha mantenido hasta hoy en día: basta recordar el comienzo del año y cómo los mercados se recuperaron después del "Brexit", por ejemplo.
Es difícil navegar en un entorno de este tipo y, especialmente, para construir posiciones sostenibles. Recordemos que a finales de 2013, marcado por el "Taper Tantrum", el consenso esperaba un aumento sostenible de los tipos de interés ... cosa que no ocurrió en la realidad.
La intervención de los bancos centrales se ha convertido en los últimos años uno de los principales impulsores del comportamiento de las clases de activos.
Una vez más, predecir los cambios en la política monetaria se ha convertido en un juego especialmente complicado. Sólo hace falta mirar la actuación de la Reserva Federal en estos últimos 2 o 3 años para darse cuenta de cómo el más poderoso banco central del mundo ha sido cautivo de los mercados financieros y de la publicación de los datos económicos americanos.
El Banco de Japón también da la impresión de andar a tientas sin haber encontrado una manera de relanzar la inflación. En Europa, después de años de austeridad fiscal, Mario Draghi recordar al que quiere escucharle que él no puede hacerlo todo.
El problema más fundamental es que con tipos de interés muy bajos, los agentes económicos han seguido en general endeudándose.
Esta lectura parece todavía relevante hoy en día, porque en base a las últimas estadísticas disponibles, el nivel de endeudamiento en el mundo no ha disminuido (China ha contribuido notablemente a su expansión).
Esto sugiere que el crecimiento económico mundial se mantendrá bajo. Para los especialistas en distribución de activos, confrontados con la caída de rendimiento de las obligaciones, la tarea será aún más difícil.