El segmento downstream (transporte y refino) sigue aportando la mayor parte de las ganancias para Repsol, ya que los bajos precios siguen pesando sobre la parte de upstream (exploración). Dicho esto, el segmento upstream consiguió una ganancia durante el segundo trimestre, mientras que ganancias del segmento downstream se redujeron comparadas con las del mismo periodo del año anterior, resultando en unos ingresos netos totales ajustados de a 345 millones de euros frente a los 312 millones de euros el año pasado.
La caída de los ingresos netos ajustados del segmento de downstream hasta los 378 millones de euros (desde 439 millones de euros de hace un año) se debió a unos menores márgenes de refino (que cayeron de 9,10 dólares/barril hasta los 6,50 dólares/barril) y una mayor actividad de mantenimiento.
Pensamos que el entorno de bajos márgenes persistirá durante el resto del año, lo que presionará los resultados del downstream, pero las tasas de utilización deberían recuperarse, compensando en parte este efecto. Las ganancias ajustadas en el segmento de upstream mejoraron respecto al año anterior a 46 millones de euros, frente a una pérdida de 48 millones de euros el año pasado, a pesar del descenso en los precios de las materias primas, gracias a un incremento del 33% en la producción debido a los activos de Talisman y a nuevos proyectos de startups.
Tenemos intención de actualizar nuestro modelo con los resultados, pero no esperamos hacer cambios sustanciales en nuestra estimación del valor razonable o calificación de ventaja competitiva. Repsol continúa avanzando con la integración de Talisman, casi alcanzando sus objetivos de todo el año para las sinergias y desinversiones en el primer semestre del año.
Quizá lo más importante es que Repsol ha generado un flujo de caja libre positivo en el primer semestre del año, una excepción en el segmento de petroleras europeas integradas, manteniendo el rumbo para lograr un flujo de caja neutro a 40 dólares el barril.
Este punto de equilibrio relativamente bajo pone a Repsol en una mejor posición que muchos de sus rivales en caso de que los precios del petróleo no se recuperen. Sin embargo, aun suponiendo una eventual recuperación hasta los 60 dólares por barril, consideramos que las acciones de Repsol están correctamente valoradas. Además, mientras que su mayor exposición al downstream y a la producción de gas natural han contribuido a aislarlo de la disminución de los precios del petróleo, también lo deja menos expuesto a una recuperación del precio del crudo.