No hace mucho tiempo, las inversiones alternativas estaban reservadas para inversores institucionales o clientes muy ricos de la banca privada. Hoy en día, esto ha cambiado. Además de las inversiones clásicas en fondos hedge o fondos de cobertura y los fondos de inversión no tradicionales, los inversores, ya sean profesionales o particulares, tienen acceso a 937 ETFs alternativos disponibles para la venta en Europa.
La democratización de estos instrumentos, sin embargo, implica una creciente necesidad de educación financiera y una mayor atención a su utilización. Si, de hecho, con un simple clic de su ratón puede agregar uno de estos fondos pasivos a su cartera, recuerde que las inversiones alternativas tienen un mayor grado de complejidad que la media, sobre todo cuando se trata de productos estructurados y apalancados o que utilizan la venta a corto de instrumentos financieros.
En general, podemos considerar como "alternativas" las inversiones cuyas características técnicas y operativas son diferentes de las clases de activos "tradicionales" como las acciones y los bonos. Están destinadas a desempeñar un papel secundario en una cartera (aunque algunas instituciones tienen un enfoque totalmente diferente en este punto), desligadas de un índice de referencia, y teóricamente con un mayor potencial de rentabilidad en función del riesgo asumido.
Caracterizadas por una baja correlación con los mercados de acciones y bonos, las inversiones alternativas pueden ser una buena manera de diversificar una cartera. Las más conocidas son los fondos de cobertura (hedge funds) y las inversiones inmobiliarias, materias primas, y algunos activos nicho como la volatilidad.
ETF sobre fondos hedge: mode de empleo
Respecto a los "fondos de cobertura", hay en la actualidad una decena de ETFs europeos y de fondos índice que hacen su seguimiento. El número de metodologías, las estructuras de replicación y su sofisticación puede dejar a los inversores confundidos acerca de las diferencias entre los diversos productos.
En primer lugar, es importante distinguir entre los dos tipos principales de la replicación de los fondos de cobertura, el primero basado en la "beta" del mercado y el otro en el "alfa".
"El primer tipo de replicación se basa en la creencia de que una parte significativa de los ingresos generados por los hedge funds puede ser explicada por la exposición a ciertos factores del mercado (beta), como el movimiento de las acciones, de las divisas o de algunas materias primas, en lugar de ser el resultado de la habilidad del gestor", comenta Hortense Bioy, directora europea de análisis de gestión pasiva de Morningstar. "Estos ETF, por tanto, tratan de replicar la rentabilidad de los fondos de cobertura de una forma relativamente transparente y líquida, invirtiendo en un conjunto de estrategias basadas en la correlación de estos fondos con ciertos movimientos del mercado." Por ejemplo, si la correlación entre los fondos de cobertura a replicar y el precio del oro es de 0,6, el ETF intentará reproducir esta correlación.
La segunda categoría de replicantes "especulativos" tiene como objetivo realizar un seguimiento del valor añadido creado por el gestor de fondos de cobertura, el "alfa", mediante la inversión directa o mediante herramientas de replicación sintética, tales como contratos de swap. En este segundo grupo, a disposición de los inversores europeos, hay dos ETFs: el db x-trackers dB Hedge Fund ETF y fondo UBS ETF HFRX Global HF SF EUR. Los dos replican índices que reflejan el comportamiento de un grupo de fondos de cobertura.
"En términos de exposición al riesgo, es evidente que existe una diferencia entre replicar un único fondo de cobertura o replicar a varios", afirma el analista de Morningstar. "Obviamente, la replicación de diferentes estrategias de gestión diversifica el riesgo para el inversor final."
Por último, es importante que los inversores tengan expectativas realistas sobre este tipo particular de ETFs. Respecto a los ETFs tradicionales, de hecho, no ofrecen las mismas ventajas. Todo esto es debido a la naturaleza no líquida, opaca y cara de los instrumentos subyacentes.