Kenneth Lamont: Con el precio del crudo fluctuando en niveles no vistos desde hace más de una década, algunos inversores pueden ver esto como una gran oportunidad para aumentar su exposición a la materia prima.
Una forma en que esto se puede hacer es invertir indirectamente en las empresas de que operan en este espacio. Los inversores pueden comprar acciones individuales como BP o Shell, aunque este enfoque tiene un riesgo específico idiosincrásico significativo o un riesgo de una compañía específica.
Una manera en la que este riesgo puede ser diversificado es invirtiendo en ETFs sectoriales amplios como Lyxor World Energy ETF. Al invertir en este producto los inversores diversifican a nivel mundial en empresas de energía que operan en el segmento del petróleo y gas.
Los inversores que buscan una exposición más pura al precio del petróleo pueden dirigirse hacia el iShares Exploration & Production ETF. Este fondo ofrece exposición diversificada al segmento upstream de la industria del petróleo y el gas.
Las acciones upstream exploradoras se consideran generalmente que son particularmente sensibles a los movimientos en el precio del petróleo. Esto se puede ver en la baja rentabilidad relativa del ET frente al fondo de Lyxor desde que el precio del petróleo empezó a caer a mediados de 2014.
Las tres principales ventajas de invertir de esta manera en lugar de hacerlo directamente a través de Exchange Traded Commodities (ETC) son en primer lugar que los ETFs de renta variable cumplen con la normativa UCITs y los ETCs no. En segundo lugar, los ETFs de renta variable son más simples. Los inversores no tienen por qué preocuparse por la complejidad de los mercados de futuros.
En tercer lugar, y quizás lo más importante, los ETFs de renta variable son generalmente más baratos que los ETCs por lo que son más adecuados para inversores que invierten a medio y largo plazo.