El crecimiento demográfico es uno de los principales motores del crecimiento económico a largo plazo. En el video de esta semana, vamos a echar un vistazo a las tasas históricas de crecimiento de la población mundial, así como sus pronósticos.
Volviendo a 1955, las economías en desarrollo, también conocidos como los mercados emergentes, se encontraban en medio de un auge de población que culminó con una tasa de crecimiento máximo de alrededor del 2,5% a finales de 1960.
Al mismo tiempo, las economías desarrolladas ya estaban experimentando un descenso desde una modesta tasa del 1,2%. Vale la pena mencionar que en ese momento las economías desarrolladas representaban alrededor del 30% de la población mundial, mientras que los mercados emergentes comprendían el 70% restante.
Las siguientes décadas hasta hoy experimentaron una disminución gradual de las tasas de crecimiento de la población en los países desarrollados y las economías emergentes, causada por la disminución gradual de las tasas de fecundidad. El número medio de hijos por mujer se redujo de un promedio mundial de 5 en 1950 a 2,5 en 2015. Como resultado, la tasa de crecimiento de la población mundial actual se sitúa en torno al 1,2%.
El crecimiento de la población actual de las economías desarrolladas es aún menor, ya que las tasas de fecundidad en muchos países europeos y Japón han disminuido dramáticamente. Las economías desarrolladas representan sólo el 16% de la población mundial actual.
Los Estados Unidos representan alrededor de un cuarto de la población mundial desarrollada, y dentro de estas naciones es el líder en términos de crecimiento de la población, que en la actualidad se sitúa en torno al 0,7%. Esto hace que el panorama económico de Estados Unidos a largo plazo sea más ventajoso frente a otras economías desarrolladas.
De cara al futuro, se espera que las tasas de fecundidad sigan disminuyendo, y se espera que el crecimiento de la población mundial caiga hasta el 0,5%, mientras que se espera que el crecimiento de la población para las economías desarrolladas entre en territorio negativo en la década de 2040.
Ciertamente, con la caída de crecimiento de la población viene un menor crecimiento económico. Los inversores deben ser conscientes de que la disminución de las tendencias demográficas tiene y seguirá teniendo un impacto en el crecimiento económico mundial a largo plazo.