2015 ha sido otro año bueno para la renta variable europea y la japonesa, aunque ha habido sobresaltos considerables en el camino. EE.UU. ha tenido que enfrentarse a los obstáculos que representaban la fortaleza del dólar y el colapso en los beneficios del sector energético. En el Reino Unido, los mercados han tenido otro año deslucido, con un FTSE 100 perjudicado por una alta exposición a los sectores de materias primas.
Las materias primas han sido la clase de activo con peor comportamiento por quinto año consecutivo, lo que también tuvo consecuencias significativas en los mercados emergentes.
Por otro lado, las rentabilidades de los bonos gubernamentales fueron muy discretas comparadas con el año anterior. Esperamos que 2016 sea otro año de rentabilidades débiles en los bonos de gobiernos, y que el segmento high yield ofrezca oportunidades más atractivas. Esperamos asimismo rentabilidades bajas pero positivas en renta variable, con las mayores oportunidades situadas en la región europea.
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