Mientras que el S&P 500 está camino de cerrar el año 2015 más o menos al mismo nivel en el que ha comenzado, los beneficios se han deteriorado, empujando hacia arriba los múltiplos de mercado. Estimamos que las ganancias por acción del índice de referencia de Estados Unidos caerá al menos un 5% este año, debido a la fortaleza del dólar, la debilidad de los precios de las materias primas, la desaceleración de las economías emergentes y las condiciones de recesión en algunas áreas de la industria. El market timing nunca ha sido nuestro negocio, pero no podemos dejar de notar algunas señales que indican alguna fisura en este mercado alcista: el primer incremento en las tipos de interés por parte de la Reserva Federal después de una década, la disposición de los inversores a pagar cualquier precio por las acciones de rápido crecimiento pero de poca rentabilidad, las dificultades en el sector de los bonos basura, los niveles récord de recompra de acciones y fusiones entre empresas. Aunque los márgenes de beneficio actuales e los ratios de precio/beneficio son sostenibles, es poco probable que el aumento de los dividendos y beneficios pueda apoyar una rentabilidad anual por encima del 6 - 8% en el largo plazo. Los inversores deben, por lo tanto, establecer sus expectativas en línea con este escenario.
¿Dónde están las oportunidades?
La valoración del mercado en su conjunto no deja mucho margen para el error, pero la divergencia en las rentabilidades de los diferentes sectores ha creado oportunidades. Por ejemplo, aunque el sector de consumo cíclico haya registrado el mejor comportamiento desde el inicio de 2015, las compañías de ropa y los distribuidores de bajo coste no han sido muy populares entre los inversores. Es cierto que estos segmentos se enfrentan a problemas temporales tales como el buen clima, el exceso de inventario y la falta de nuevas tendencias y a cuestiones estructurales, incluyendo el crecimiento de los costes laborales y el aumento de las compras online. Sin embargo, los analistas de Morningstar piensan que hay valor en empresas como VF Corp, Nordstrom y Gap.
En el sector de consumo defensivo, pensamos que la valoración de Wal-Mart ya incorpora las presiones en el crecimiento y los márgenes para el mayor minorista del mundo.
La caída de los precios de las materias primas sigue penalizando a la industria de energía y materiales básicos. Si bien en el corto plazo, estas áreas todavía se enfrentan a muchos desafíos financieros, somos más optimistas sobre las previsiones a medio plazo del sector de la energía. El mercado del petróleo está en un estado de exceso de oferta, agudizada por la negativa de la OPEP a recortar la producción, una mayor eficiencia en la extracción de gas de esquisto en Estados Unidos y la abundancia de stocks. Sin embargo, los actuales precios del petróleo no pueden financiar las inversiones necesarias para satisfacer la demanda a largo plazo y, tarde o temprano, habrá una reversión de la tendencia. Los analistas de Morningstar prefieren empresas con balances sólidos y bajos costes, como Exxon Mobil, Continental Resources y Cabot Oil & Gas.
La situación es distinta en el sector de materiales básicos en la medida en que China está reduciendo drásticamente la inversión en infraestructura. En Morningstar creemos que las empresas mineras son, por lo tanto, poco interesantes, mientras que somos más positivos sobre los productos básicos relacionados con el consumo en China, como el oro y los fertilizantes.
Los bajos precios de la energía, un dólar fuerte (lo que perjudica las exportaciones) y las preocupaciones macroeconómicas también han pesado sobre el sector industrial. Entre nuestras acciones favoritas están Emerson Electric y Joy Global, así como algunas empresas ferroviarias. Entre las automovilísticas, Morningstar considera infravalorada a General Motors y Ford.
Las valoraciones del mercado
Los datos muestran que a mediados de diciembre el ratio cotización/precio objetivo medio de las acciones cubiertas por Morningstar se situaba en 0,95. El S&P 500 tiene un ratio precio/beneficios de 19,5 en base a los beneficios operativos realizados en los últimos doce meses (26,2 utilizando los ingresos medios ajustado a la inflación a 10 años – PER de Shiller). Estos ratios se situaron por debajo de estas medidas en 67% de las veces desde 1989. Los múltiplos se han deteriorado en el último trimestre debido al aumento del precio de las cotizaciones y una disminución de los beneficios.