1) El pulso final en la negociación entre Grecia y la Troika se ha intensificado este fin de semana y ha entrado ahora en su fase crucial. La teoría de juegos está entrando en su fase final.
2) La acción del gobierno griego de convocar un referéndum ha sido la prevista. Se corresponde con la de un gobierno que había efectuado unas promesas a su electorado que no puede cumplir, y que traspasa la responsabilidad de la aceptación del posible acuerdo al pueblo griego.
3) La reacción de la Unión Europea, no concediendo ninguna prórroga a la fecha límite del 30 de junio, y la del Banco Central Europeo, manteniendo pero no ampliando la asistencia a la banca griega, es de una dureza relativa. Provoca, por una parte, que Grecia puede hacer un default técnico, así como fuerza un cierre temporal de los bancos griegos que podría tener efectos de cara al referéndum convocado para el próximo domingo, pero deja una puerta abierta. Por una parte la Unión Europea anuncia el cierre de negociaciones, pero por otra hace pública su última oferta, formalmente ya no en vigor, para informar directamente al pueblo griego de cara al referéndum del próximo domingo.
4) En esta ocasión, a diferencia del año 2010, existen muchos partidarios dentro de la Unión Europea, y también dentro del colectivo de gestores de fondos de inversión, de mantener una línea dura con Grecia. Se trata de una corriente de opinión que ha ido ganando adeptos según la cual la zona euro debería ser un club selecto de países que cumplan sus obligaciones, en la cual no tendrían cabida los incumplidores. Especialmente importante es en este punto el tema impositivo, talón de Aquiles histórico de Grecia. Se instalan las opiniones de que si los contribuyentes de los demás países del club pagan impuestos, los griegos también deberían hacerlo, acabando así con un problema congénito en sus finanzas públicas.
5) Una gran parte de esta posición de fortaleza que mantiene la Troika se fundamenta, no ya en el escaso peso del PIB de Grecia dentro de la zona euro, un 1,8%, sino sobre todo en el hecho de la ausencia de contagio, de la incapacidad de arrastre que la situación griega tiene en la actualidad sobre el resto de la zona euro. Se supo que se iban a efectuar elecciones en Grecia el pasado día 29 de diciembre, y su más que previsto desenlace se conoció un mes más tarde. Pese a ello y a las duras negociaciones mantenidas desde entonces, el índice eurostoxx-50 ha subido en el año un +15,1%.
6) Curiosamente son los propios mercados, tanto de renta variable como de renta fija y de divisas, en los que se manifiesta la capacidad de arrastre del tema griego. Esperamos que el BCE, en el marco del QE aproveche esta coyuntura para comprar deuda periférica. Por ello, será la reacción que los mercados tengan a lo largo de esta semana la que marcará la debilidad o fortaleza de la posición griega. Los mercados pueden ser pues los árbitros de esta situación Esperamos que en los mercados únicamente se registre un aumento de volatilidad, pero ningún cambio sustancial.
7) Aprovechar la volatilidad de la semana para aumentar las posiciones en renta variable, disminuir las posiciones en renta fija de largo plazo, y mantener las posiciones en divisas no euro.