Tim Strauts: En el gráfico de hoy vamos a echar un vistazo al reciente crecimiento de los ETFs internacionales con cobertura de divisa. Los fondos tradicionales de acciones internacionales tienen dos fuentes de rentabilidad: la rentabilidad de las acciones individuales y la rentabilidad de la divisa en la que dichas acciones están denominadas. La adición del riesgo de divisa hace que los fondos internacionales sean más volátiles que los fondos comparables de acciones únicamente estadounidenses.
Por ejemplo, si un fondo internacional tiene una rentabilidad de mercado del 25% pero la moneda local se deprecia un 10% contra el dólar, entonces el inversor estadounidense solamente recibirá una rentabilidad del 15%. Para mitigar este riesgo adicional, se ha lanzado una nueva clase de ETFs con cobertura de divisa que invierten en acciones extranjeras pero cubriendo el riesgo de divisa. En el ejemplo anterior, el inversor estadounidense ahora recibiría una rentabilidad del 25%.
Desde 2012, el dólar se ha apreciado dramáticamente contra otras divisas. El índice Trade Weighted US Dollar es una cesta de divisas como el euro, el yen, la libra esterlina y el franco suizo que se pondera por el peso de la relación comercial estadounidense con cada país. La apreciación del dólar ha conducido a los inversores hacia los ETFs con cobertura de divisa. Los activos han crecido de casi cero en 2012 hasta 60.000 millones de dólares hoy.
La mayoría de crecimiento de activos en realidad ha ocurrido en los últimos seis meses. Los inversores han sido atraídos hacia los ETFs con cobertura de divisa por la gran diferencia en rentabilidad entre fondos cubiertos y no cubiertos. Por ejemplo, el índice MSCI EAFE consiguió solamente un 0,1% en los últimos 12 meses; pero de haber invertido en un fondo que cubriera los riesgos de divisa, la rentabilidad sería de un 17%.
Si bien esta rentabilidad es atractiva, la gente que invierte hoy está invirtiendo después de que el dólar ya haya subido. Parte de la razón por la que los mercados europeos y asiáticos lo hayan hecho tan bien es porque sus divisas han estado cayendo, lo que los convierte en socios comerciales más competitivos.
En conclusión, los ETF con cobertura de divisa podrían ser una buena solución para el inversor táctico que tiene una opinión sobre los movimientos de divisa en el futuro. Los inversores a largo plazo pueden estar mejor en un fondo tradicional sin cobertura, que típicamente tienen unos ratios de gastos menores, no cuentan con el coste añadido de la cobertura de divisa, y sus correlaciones con los fondos de renta variable estadounidense son menores, lo que los hacen una mejor alternativa para diversificar la cartera.