La semana pasada, el banco central de Suecia decidió mantener el tipo de interés de préstamos – el más bajo del mundo- en su nivel actual. Sin embargo, para apoyar el desarrollo económico y la inflación, el Riksbank redujo simultáneamente la proyección de su tipo oficial y se comprometió a comprar 40.000-50.000 millones de SEK adicionales de bonos gubernamentales entre mayo y septiembre.
Tras estas compras de activos, tendrán un 15% de toda la deuda gubernamental sueca. La inflación ha empezado a aumentar, y podría continuar haciéndolo debido al ajuste a la baja que el Riksbank ha hecho al nivel del repo, que incluye un potencial recorte adicional -que en febrero no se hizo-, como se observa en el gráfico.
Esta semana se publican varios datos: el PMI manufacturero de Suecia, producción industrial y los datos de precios de vivienda – que darán a Riksbank y a los mercados una idea más clara sobre la eficacia de las acciones de estas políticas monetarias.
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