En alguna ocasión hemos intentado medir el apetito de los gestores extranjeros por las acciones españolas (como en este artículo). Pero hay otra forma de comparar el interés de un determinado activo entre distintos segmentos de inversores gracias a los ETFs. Como sabrán un mismo ETF puede cotizar en distintas bolsas o distintos ETFs referenciados al mismo subyacente pueden cotizar en distintos mercados. Esta particularidad n os permite medir el interés de distintos tipos de inversores por un mismo activo.
Veámoslo con el ejemplo de las acciones españolas. En la bolsa de Madrid cotizan varios ETFs referenciados al IBEX (vamos a tomar al Lyxor ETF IBEX 35 como referencia). Pero existen otros ETFs que tienen como subyacente a la bolsa española y que cotizan en otros mercados como el iShares MSCI Spain Capped que cotiza en Estados Unidos.
Evidentemente el inversor español puede comprar este ETF que cotiza en la bolsa estadounidense pero lo más normal es que lo haga en la bolsa española y lo mismo ocurre con el inversor estadounidense (o generalizando con el inversor que no sea español ya que muchos inversores extranjeros que compran ETFs lo hacen directamente en la bolsa americana). Si comparamos el Lyxor ETF IBEX 35 con el iShares MSCI Spain Capped, entonces podremos tener de alguna manera una medida del interés de los inversores nacionales frente a los inversores extranjeros en la bolsa española.
Es lo que hemos hecho graficando la evolución del patrimonio (obtendríamos las mismas conclusiones utilizando con los flujos netos) de estos dos ETFs. En el primer gráfico comparamos los patrimonios en sus divisas respectivas (euro para el ETF de Lyxor y dólar para el ETF de iShares) y en el segundo comparamos los patrimonios de los 2 ETFs en euros, mostrando que el impacto de la divisa influye poco en explicar el mayor interés de los inversores extranjeros por las acciones españolas.
Gráfico 1: Evolución del patrimonio (en la divisa base)
Gráfico 2: Evolución del patrimonio (en euros)