La economía china continuó desacelerándose en el segundo trimestre, con datos pobres en general, desde la producción industrial hasta las ventas minoristas. Gran parte de la ralentización se debe a la desaceleración de la expansión del crédito que comenzó en la segunda mitad del 2013. Ningún sector se ha visto perjudicado tanto como el inmobiliario. El precio de las viviendas cayó un 9.2% durante los cinco primeros meses del año, comparado con el aumento del 18% en 2013. Mientras tanto la vivienda disponible para la venta aumentó un 25%. El deterioro de la demanda frente a la expansiva oferta augura un escenario de debilidad continuada en el tercer trimestre.
Esto es particularmente preocupante dada la importancia del sector inmobiliario para la economía china. En términos directos, supone un cuarto de la inversión en activos fijos, lo que a su vez corresponde con la mitad del PIB. Ambos son cuotas descomunales para los estándares mundiales. De manera indirecta, el impacto del sector inmobiliario es aún más importante; hay efectos producidos por el debilitamiento de la actividad inmobiliaria por los que preocuparse: los balances bancarios, las finanzas de los gobiernos locales y la riqueza de los hogares, todos ellos fuertemente apalancados en el mercado inmobiliario.
El impacto en las materias primas también es significativo. El sector inmobiliario ha sido el mayor motor del crecimiento de la demanda china. En el caso del acero, el inmobiliario directo representa la mitad del consumo chino, lo que a su vez supone la mitad del consumo global. La desaceleración del inmobiliario ha presionado significativamente el precio de las materias primas fungibles globales, incluyendo el hierro y el cobre. No creemos que esta presión se haya terminado.
En muchas de las economías desarrolladas, la actividad de la construcción continúa bastante por debajo de los niveles pre-crisis. Sin embargo, hay señales de reactivación especialmente en materias primas de bajo valor/peso, como el cemento. Para el resto del 2014, Lafarge prevé que el volumen del cemento crezca del 2% al 5% en estos mercados, impulsado por la demanda comercial y residencial en EEUU, la estabilización del Oeste de Europa, y el crecimiento en la mayoría de emergentes.
El gas natural barato norte americano continúa reconfigurando el escenario competitivo para la mayoría de la industria de materiales básicos. En el segmento del hierro, muchas compañías están investigando la posibilidad de invertir en la producción de hierro directo reducido, que consiste en la reducción del mineral del hierro utilizando gas natural en lugar de carbón metalúrgico. Nucor está al frente y es probable que la tendencia de sus frutos en los próximos años.
Respecto a productos químicos, la revolución del gas en EEUU ha provocado un fuerte cambio en la curva de costes de la industria petroquímica mundial y de fertilizantes nitrogenados. Los fabricantes de productos químicos norteamericanos continúan manteniendo una ventaja de costes de entrada respecto a sus homólogos europeos. Varias compañías están trabajando en proyectos de expansión en la Costa del Golfo de EEUU.
Advertimos que la fuerte demanda de fertilizantes químicos y de gas natural en Norteamérica debería tener un efecto positivo en el precio del gas natural en la región, reduciendo así los sólidos márgenes actuales de productores petroquímicos norteamericanos. Es más, el exceso de oferta de proyectos que se han anunciado a consecuencia del bajo coste del gas natural amenazan con crear un mercado saturado, una situación muy común en mercados completamente dependiente de materias primas.