Una de las grandes diferencias que puede haber entre gestores que invierten en acciones de un mismo país o de una misma región es el tipo de compañías que incluyen en sus carteras. Esta decisión define lo que nosotros llamamos el estilo de inversión. En Morningstar nos gusta definir el estilo de inversión de un fondo en función de dos criterios de selección por parte del gestor: el tamaño de las compañías elegidas (grandes compañías, medianas o pequeñas) y el estilo de esas compañías (valor o crecimiento).
En este artículo nos vamos a centrar en las diferencias entre el estilo “value” y el estilo “growth”. En términos sencillos, lo que pretende el gestor de un fondo value es básicamente comprar acciones que se encuentran baratas de precio y tratar de sacar partido a las ineficiencias del mercado en cuanto a la valoración que atribuye a una determinada acción. Por contra, al gestor de un fondo growth no le preocupa tanto el precio al que cotiza un valor sino más bien su proyección futura en términos de crecimiento de beneficios o de crecimiento de ventas. Según él, si el valor cumple con esas expectativas, entonces debería reflejarlo en una subida de su cotización. Ahí está toda la diferencia.
Diez ratios para ver si un fondo es growth o value
Para determinar si un fondo es de valor o de crecimiento Morningstar analiza todas las acciones que están presentes en la cartera del fondo y las clasifica en función de 10 ratios fundamentales, 5 que miden las características de valor de cada título (precio sobre beneficios estimados, precio sobre valor contable, precio sobre ventas, precio sobre flujo de caja y rentabilidad por dividendo) y 5 que miden las características de crecimiento de cada empresa (crecimiento futuro de los beneficios, crecimiento histórico de los beneficios, crecimiento de las ventas, crecimiento del flujo de caja y crecimiento del valor contable).
De un vistazo con el Style Box
La forma más inmediata para saber si su fondo es un fondo de crecimiento o un fondo de valor es utilizar una de nuestras herramientas, llamada Style Box. Es el tablero que aparece en la ficha del fondo y que se subdivide en nueve casillas, cada una representativa de un estilo de gestión. Si miramos el tablero verticalmente todos los fondos que se sitúan en las 3 casillas de la derecha serán aquellos que invierten preferentemente en valores de crecimiento; los que se sitúan en las casillas de la izquierda son fondos que invierten sus carteras principalmente en acciones denominadas de valor y, finalmente, las que se sitúan en las casillas centrales serán de estilo mixto (también llamado “blend” en inglés).
Por lo tanto uno puede, de un rápido vistazo, saber qué estilo de gestión tiene su fondo. Es importante recalcar que el estilo de gestión que indicamos en nuestro Style Box no debe necesariamente coincidir con el estilo anunciado por la entidad gestora ni tampoco con lo que puede dar a entender el propio nombre del fondo (no por el mero hecho de llevar el apellido “growth” o “crecimiento” el fondo pertenecerá a esta categoría).
Morningstar se basa exclusivamente en la cartera real del fondo. Pero, además, no sólo mira una cartera en un determinado momento sino que examina diferentes carteras en el tiempo para comprobar que efectivamente el gestor se ha atenido a un mismo estilo de gestión durante ese periodo.
