Mientras la Reserva Federal comienza a cerrar la etapa de política monetaria menos convencional en sus 100 años de historia, parece que el mundo vuelve a la senda de la normalidad. Sin embargo, un entorno más rígido para el crédito puede dar lugar a un escenario menos favorable para la consecución de beneficios por parte de las empresas. Por esto no sorprende que la actividad de fusiones y adquisiciones haya alcanzado el nivel más alto en seis años, ya que las compañías están intentando utilizar la liquidez de sus balances de forma efectiva, y sentar las bases de futuros beneficios a través de la adquisición de rivales más pequeños. Como se muestra en el gráfico de esta semana, el tamaño medio de las operaciones corporativas a nivel global ha subido exponencialmente en el último mes hasta los 192 millones de USD, el doble de la media a cinco años. A medida que la actividad de fusiones y adquisiciones siga repuntando, los inversores deben tener cuidado de no dejarse "atrapar" por la volatilidad resultante y continuar evaluando cada operación potencial según sus propias características.
La agenda macro
Los datos más relevantes de los mercados