Nuestra visión del mercado
• Los mercados se han recuperado en gran medida de la corrección del mes de enero, y la valoración media de nuestro universo de cobertura continúa apreciándose, hasta el 104% (lo que significa que el mercado está sobrevalorado en un 4%, teniendo en cuento las capitalizaciones bursátiles) en el segundo trimestre.
• En un mercado algo sobrevalorado, los inversores tienen que rebuscar más para encontrar oportunidades de compra. Sin embargo, la inestabilidad macroeconómica ha creado oportunidades de inversión, sobre todo en una serie de áreas, tales como la energía o el consumo.
• A nivel mundial, las empresas que cubren nuestros analistas en Asia Pacífico aparecen ahora infravaloradas, mientras que la región estaba sobrevalorada hace apenas un año. Por el contrario, América del Norte y Europa son las regiones más sobrevaloradas.
Un primer trimestre agitado
Los mercados han vivido un primer trimestre bastante caótico con el índice S&P 500 consiguiendo al final una ganancia de menos del 1%. Las tensiones políticas han resurgido en Turquía y la crisis en Ucrania ha complicado las relaciones entre Rusia y Occidente. Aunque estos dos mercados representan una gota de agua en el océano macroeconómico mundial, la crisis ha creado algunas inquietudes sobre la ralentización del crecimiento en el conjunto de mercados emergentes, que han sido una fuente importante de crecimiento para las grandes multinacionales.
Además de la inestabilidad macroeconómica, los mercados se enfrentan a otras incertidumbres. La Reserva Federal ha reducido su programa de compra de activos, disminuyendo el flujo de dinero que impulsó la subida de los mercados. Y aún no hemos visto el impacto total de los efectos de las adversas condiciones meteorológicas sobre el consumidor estadounidense y si eso va a afectar las ganancias empresas.
Jugar a la defensiva…
A pesar de estas incógnitas, los mercados han reanudado su trayectoria ascendente y hemos visto a más inversores comprar valores de mayor riesgo y pagar precios más altos por las acciones de crecimiento. Sin embargo, en general, creemos que los inversores deberían reducir su exposición al riesgo ya que el nivel de entusiasmo es alto y la valoración de mercado es relativamente ajustada.
La filosofía de Warren Buffett de" tener miedo cuando todo el mundo es codicioso y ser codicioso cuando todo el mundo tiene miedo" tiene mucho sentido. Creemos que actualmente el péndulo oscila del lado de la codicia. Por eso creemos que los inversores deben asumir riesgos cuando el miedo es generalizado y cuando las valoraciones están deprimidas.
Los períodos de incertidumbre son especialmente interesantes para los inversores porque les permiten comprar buenas empresas a precios baratos. A finales de 2008 y principios de 2009, por ejemplo, teníamos centenares de empresas con un rating de 5 estrellas. Ahora, aunque el mercado en su conjunto está algo sobrevalorado, también es posible encontrar buenas oportunidades en todos los sectores que cubren nuestros analistas.
Por ejemplo, la preocupación por el crecimiento económico y la estabilidad de las divisas de los mercados emergentes han creado una oportunidad de compra en una serie de compañías de alta calidad en el sector de consumo básico. Aunque la exposición a mercados emergentes puede ser un hándicap a corto plazo, empresas como Unilever y Coca -Cola están bien posicionadas para captar a largo plazo la creciente demanda de productos de consumo de marca en estos mercados. Otras buenas apuestas defensivas pueden encontrarse en sectores como el cuidado de la salud, el inmobiliario, y algunos servicios públicos.
Buscar empresas con ventaja competitiva
En Morningstar, no pretendemos adivinar si el mercado va hacia arriba o hacia abajo a corto plazo. En lugar de ello, seguimos recomendando a los inversores buscar aquellas empresas preparadas para soportar tal incertidumbre en el largo plazo.
Se trata de empresas con ventajas competitivas sostenibles - o "foso económico" o “economic moat” en inglés - que pueden defenderse de la competencia y generar altas tasas de rendimiento durante muchos años. Esperamos que estas empresas continúen a aumentar sus ventas, su valor intrínseco, y a generar dinero para los accionistas durante la próxima década.
Creemos que los inversores deberían aprovechar la fortaleza del mercado para vender algunos valores con los que podrían no estar muy cómodos en el largo plazo.