Los acontecimientos en Ucrania mantienen la hostilidad en los mercados. Si esta situación empeora, los mercados financieros serán más vulnerables, en particular Europa.
Existen algunos riesgos para los inversores:
Los acontecimientos en Crimea tienen poco impacto directo en la economía estadounidense, pero el creciente riesgo geopolítico perjudica a los ya nerviosos consumidores. Todo esto sucede en un momento fragilidad permanente en la confianza de los consumidores, a pesar de que la economía sigue mejorando. Las ventas minoristas están creciendo al ritmo más lento desde 2009.
A pesar del repunte de la semana pasada, la volatilidad en la mayoría de las clases de activo permanece relativamente baja. Con la renta variable solo a unos puntos básicos de sus máximos históricos, todavía no se han descontado en los precios.
En particular seriamos precavidos con los sectores de consumo discrecional y consumo básico cuya rentabilidad ha caído en lo que va de año y permanecen rezagados respecto del mercado, y con valoraciones poco atractivas.
Finalmente, con respecto a Europa, que importa alrededor del 30% de su gas natural de Rusia, si Rusia y los países de Europa del Este tuviesen que hacer frente a una serie de sanciones, podrían decidir interrumpir parte o la totalidad de sus exportaciones de gas a Europa. Esto tendría un impacto considerable en una Europa que se recupera de manera frágil y dañaría así a la renta variable europea.