La recuperación económica de la eurozona hasta ahora ha sido frágil y sin creación de empleo. La relación entre crecimiento y puestos de trabajo tiene “truco”, porque las empresas son reacias a contratar nuevos trabajadores hasta que ven un incremento en la demanda de sus productos, pero a su vez una demanda más sólida depende del número de personas que tengan empleo y de su nivel de renta. Aunque esto puede crear una especie de bucle, como mostramos en el gráfico de esta semana, existe una clara relación entre el crecimiento del PIB real y el crecimiento del empleo en el siguiente trimestre. Sin embargo, el aumento del empleo solo comienza a manifestarse cuando la economía crece con todo su potencial, por lo que es posible que el desempleo aumente durante ese periodo provisional. Por consiguiente, aunque la eurozona necesitará un crecimiento económico más sólido para estimular la contratación y empujar así a la baja una tasa de desempleo todavía elevada, ésta parece ser una oportunidad clara, con la region evolucionando hacia el equilibrio y la demanda contenida aflorando gradualmente.
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