Con el “shutdown” ya pasado, el obstáculo para los datos económicos se ha eliminado y los inversores han comenzado a recibir pistas importantes sobre a donde se dirigirá la economía estadounidense en el final de año. La conclusión más básica parece ser que seguimos en un entorno de crecimiento del 2% con pocos indicios de que esa cifra vaya a aumentar.
Hay tres aspectos clave a tener en cuenta:
Publicaciones sobre datos laborales mixtos en septiembre
Las publicaciones fueron consistentes con nuestras predicciones sobre un mercado laboral estancado en un lento crecimiento. Estados Unidos sólo logró crear 148.000 nuevos puestos de trabajo en el mes de septiembre, muy por debajo de las expectativas.
A pesar de los débiles datos publicados, los inversores permanecen optimistas
Aunque la economía estadounidense no está al borde del precipicio, tampoco parece estar acelerándose. Recientemente, los mercados de renta variable han mejorado a pesar de los mediocres datos económicos ya que los inversores ahora esperan que la Reserva Federal mantenga los tipos de interés bajos durante más tiempo.
Mirando hacia el futuro
En primer lugar, los tipos de interés probablemente vayan a permanecer dentro de un rango establecido en lo que queda de año, o por lo menos hasta que los datos económicos empiecen a sorprender positivamente. En segundo lugar, mientras que un ambiente de tipos de interés más benigno favorece a la renta variable, esta clase de activos tendrá también que gestionar un equilibrio delicado. Se espera que continúen las ganancias en la renta variable si no hay un cambio de entorno de crecimiento modesto y política monetaria acomodaticia en Estados Unidos.