No se aprecia en las pasarelas, pero la actitud que prevalece en el mercado de valores en lo que respecta a los títulos de las empresas relacionadas con la moda es la de prudencia.
"Muchos ejecutivos de la industria esperan un crecimiento de los resultados de con respecto a 2013, pero el tono que utilizan puede describirse como prudentemente optimista", dice Peter Wahlstrom, jefe de análisis del sector de bienes de consumo en Morningstar. "La prudencia, tanto en lo que afecta a las empresas como a los inversores, es obligada a la luz de la situación económica que estamos viviendo. Las medidas de austeridad fiscal en Estados Unidos, la situación turbulenta en Europa y la desaceleración en China, pueden seguir pesando a corto y medio plazo sobre las acciones del sector de la moda."
Una situación que no debería cambiar, incluso si se mantienen los programas de estímulo implementados por los principales bancos centrales del mundo. "El panorama, sin embargo, puede empeorar si las políticas se ven sometidas a cambios, como están demostrando los mercados en estos últimos días en los que se comenta un posible cese de las inyecciones de liquidez por parte de la Reserva Federal", dice el analista. "La prudencia puede convertirse en pánico, si, por ejemplo, en el Viejo Continente se reavivan las alarmas relacionadas con los países periféricos y un posible contagio al resto de la región.
Ojo con las valoraciones
Además hay un problema de valoración. "En algunos segmentos, como el de accesorios personales y productos para los muebles, los precios ya son bastante altos y podrían subir algo más si llegan señales de un fortalecimiento de la economía global", dice Wahlstrom. Esto no significa que el mercado no haya oportunidades. "Los elementos que conviene mirar son el valor de las marcas propietarias de las empresas y la diferenciación de los productos o servicios que ofrecen", explica el analista. "En una situación como la actual, si uno no quiere renunciar a los títulos de la moda, mejor elegir una compañía con un amplio margen competitivo (es lo que en Morningstar llamamos el “economic moat” y que calificamos como amplio, medio o nulo). Por lo general son estas empresas las que son capaces de soportar mejor la volatilidad en el medio plazo. Sin embargo, antes de lanzarse a comprar un valor dentro de este sector, es preferible esperar a una situación más tranquila y tal vez unos precios con un descuento de al menos un 10% en comparación con los actuales".
Desde el punto de vista operativo, unos de los títulos más interesantes son aquellas casas de moda que están utilizando internet como un canal para la venta: "una opción que reduce los costes de la empresa y que permite llegar a los clientes en cualquier lugar y en cualquier momento", dice el analista. "En un momento en que la gente tiene menos tendencia a entrar en las tienda, esto puede ser una opción interesante. Tanto es así que las empresas que no cuentan con una estrategia de este tipo probablemente se queden al margen. Entre las empresas más activas en la web tenemos a Ralph Lauren y Gap. En cuanto a las ventas online, una plataforma como Amazon debería hacerlo bien.