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Cuando un ETF se vuelve más arriesgado…

La metodología de construcción del índice de referencia puede tener una influencia sobre la distribución de activos y, por lo tanto, sobre su riesgo

Fernando Luque 30/01/2013
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Uno de nuestros ETFs de renta variable emergente preferidos en Estados Unidos ha sido el Wisdom Tree Emerging Markets Equity Income (DEM), sobre todo porque presenta una volatilidad mucho más baja que el índice MSCI Emerging Markets.

Fuente: Morningstar Direct

Una de las características de este ETF es que no sigue de forma pasiva a un índice de capitalización de mercado (como el índice MSCI indicado más arriba) sino que sigue un índice ponderado por dividendo. En efecto, cada año, el proveedor del ETF reequilibra su cartera en función de los dividendos pagados por las compañías que forman su universo de inversión. La selección de compañías se hace en función, no de rentabilidad por dividendo, sino más bien por el montante del dividendo pagado (sólo incluye compañías que hayan pagado un dividendo de al menos 5 millones de dólares en los últimos 12 meses), por lo que el ETF tiene un claro sesgo hacia grandes valores.

Esta particular filosofía de inversión o de construcción del índice de referencia tiene implicaciones importantes en cuanto a la distribución por países. Por ejemplo, las compañías taiwanesas y brasileñas tienen tendencia a pagar altos dividendos por motivos fiscales. Por lo tanto el fondo tendrá un fuerte peso en estos dos países (aunque el peso de Brasil en el índice se ha reducido desde cerca de un 20% hasta un 14% debido a la depreciación del real brasileño frente al dólar – hay que tener en cuenta que el dividendo se mide en dólares y, por lo tanto, la construcción del índice también se ve influenciada por los movimientos de las divisas respecto al billete verde).

Por otra parte, el rebalanceo anual que efectúa el índice también puede suponer cambios drásticos en su composición. Por ejemplo, con el último rebalanceo el peso de Rusia ha subido de forma espectacular, a casi un 13% cuando el peso de este país en el MSCI Emerging Markets es de apenas un 6%. Además ese incremento de la exposición a Rusia se debe en gran parte a Gazprom que pesa nada menos que un 7% en el índice después de que la compañía haya más que duplicado su dividend payout (hay una nueva ley en Rusia que obliga a las compañías públicas a distribuir al menos el 25% de sus beneficios en dividendos).

El peso de China también se ha visto incrementado de forma sustancial, desde un 4% en estos últimos años hasta el 16% recientemente.   

 

Nota: El artículo original se publicó en www.morningstar.com. Puede pinchar aquí para leerlo.

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Sobre el Autor

Fernando Luque

Fernando Luque  es el Senior Financial Editor de www.morningstar.es

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